Sin embargo, persisten algunos problemas del pasado, ya que los precios “no reconocen adecuadamente el coste real de los productos”, en palabras del actual presidente de la Organización Interprofesional Láctea (Inlac), Ignacio Elola. Es un problema cronificado y Elola cree que hacen falta “mayores compromisos de la distribución comercial para que no se utilice la leche como producto reclamo”. Desde el final de las cuotas lácteas en 2015, el precio final de la leche ha descendido un 1% en el caso de la marca de la distribución y un 3,6% en el caso de la marca del fabricante.
Elola asegura que el fin de las cuotas lácteas supuso un “giro importante” en la realidad del sector que tuvo que adaptarse a un mercado con mayor volatilidad y competencia intracomunitaria. En este tiempo, valora que la UE también se haya dotado de instrumentos como un Observatorio Lácteo y mecanismos de emergencia con ayudas al almacenamiento cuando hay perturbaciones graves de mercado, a lo que se suman ayudas de la PAC y de los programas de desarrollo rural.
Para Elola, se ha producido un cambio en el sistema productivo que es fruto de una apuesta “decidida” por la modernización de las granjas y las industrias, “actualmente en vanguardia mundial”. Se muestra, no obstante, preocupado por el cierre de explotaciones “si suponen el abandono de real de la actividad y no es fruto de la unión” entre granjeros.
Por otra parte, en Inlac abogan por la creación de centros para la formación y capacitación de jóvenes en el manejo y gestión de granjas que animan a cubrir el relevo generacional.
Otro de los inconvenientes que viene arrastrando la industria es una escasa apuesta por productos de mayor valor añadido, pero esta década pasada se notó que esa apuesta iba creciendo y poco a poco ganando terreno a la venta únicamente de leche líquida. El bienestar animal y la sostenibilidad han ganado un peso enorme en las políticas europeas dirigidas a todos los ámbitos económicos y la producción de leche no ha quedado ajena a ello, de tal forma que ha ido consiguiendo certificaciones en bienestar animal y abriendo nuevos nichos de negocio como las leches de pastoreo o la leche ecológica.