Los niveles de remisión de leche continúan en aumento, y eso para el presidente del Instituto Nacional de Leche (Inale), Juan Daniel Vago, supone un escenario muy positivo, pero en el sector se sigue viendo el cierre tambos y eso para él es “un problema multifactorial”, que va de la mano con cómo los productores pasaron “los últimos cinco años malos para la lechería”.

Según los últimos datos del Inale, en agosto de este año los tamberos remitieron un 5,3% más de leche a las plantas industriales que en agosto de 2020, llegando a los 208,8 millones de litros.

El aumento en la remisión, explicó Vago, se da principalmente por las favorables condiciones climáticas que ayudan al crecimiento de las pasturas; los “buenos precios que se están empezando a cobrar”; y buenas perspectivas para el 2022, que hacen que algunos tamberos decidan invertir más en insumos, aunque cuidadosamente, porque los costos también han aumentado.

Los que resistieron y los que no

Pero, al mismo tiempo, el cierre de los tambos se acentuó este año.

El presidente la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Walter Frisch, destacó a El Observador que según los registros del Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL) durante 2021 cerró un tambo cada 96 horas; de enero hasta junio de este año cerraron 44 tambos. Y eso, para Vago, se explica porque dentro del sector “hay diferentes escenarios”.

“Hay productores que resistieron los cinco años malos y ahora están creciendo y volando. Hay un promedio que la pasó muy mal y ahora está patinando, que es a los que hay que empujar. Y hay un tercio que prácticamente no resistió y eso se da en todos los estratos: productores chicos, medianos y grandes”, analizó.

Según resaltó, los últimos fueron “cinco años lapidarios” y la situación, en la que “mucha gente quedó por el camino”, se puede revertir con previsibilidad, políticas públicas claras, buenos previos y un desarrollo rural sostenible.

En ese sentido, destacó la creación del Sistema Nacional de Innovación y Desarrollo Rural (Snider), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca; y sostuvo que innovación y desarrollo rural sostenible son dos conceptos claves para la lechería.

Sostenibilidad: la lechería en 15 años

“Hay que trabajar en transferencia con visión de innovación, que se adopte tecnología, procesos e inversiones”, mencionó y resaltó que, por ejemplo, los créditos a largo plazo permiten pensar en que se pueda ir avanzando en mejoras para la producción.

“En un escenario de pocos recursos hay que tener mucho dialogo, máxima articulación y utilizar bien los pocos recursos para que lleguen lo más directo al productor con el mínimo de intermediación posible”, sostuvo Vago.

Para él, ir hacia una producción que sea sostenible a nivel “social, económico y ambiental” es la clave para el desarrollo del sector, en el que la búsqueda del valor agregado de los productos viene dado por el vínculo entre la producción y el cuidado del medioambiente.

De acá a 15 años ve a la lechería con optimismo y una de las cosas que expresó en ese sentido es que es posible pensar en producir 50% más de leche, lo que dijo, “es científicamente probable”, con la participación de los jóvenes y la incorporación de más tecnología.

“Mirando a 15 años, haciendo prospección e involucrando a los jóvenes tenemos ventajas comparativas muy grande en los mercados. La inserción internacional es fundamental y la vemos auspiciosa porque hay demanda de proteína a nivel mundial. Creo que como país debemos trabajar en hacer las cosas sostenibles y certificarlas para buscar mercados”, concluyó.