En el mundo del queso, pocas piezas alcanzan los niveles de extravagancia del Pule, una joya láctea confeccionada con leche de burra de los Balcanes. Su precio ronda más de 1.000 euros por kilo, convirtiéndolo en uno de los más caros del planeta.
Por qué cuesta tanto
-
Se extrae exclusivamente de burras de los Balcanes, raza escasa y endémica, con solo unos 120 ejemplares destinados a producción.
La leche de burra tiene un contenido muy bajo de caseína (la proteína que ayuda a coagular), de modo que para producir 1 kg de queso se requieren cantidades desproporcionadas de leche: se estima que harían falta hasta 25 litros de leche para conseguir 1 kg del producto final.
El ordeño es manual y se hace tres veces al día, lo que encarece notablemente la mano de obra.
¿Existe algo parecido en España?
Sí: en Castilla y León, la Hacienda Zorita colabora con la cooperativa Buleza para producir queso con leche de burra zamorano-leonesa —una especie aún en peligro de extinción— en producción muy limitada. Su precio ronda los 100 €/kg, o unas 20 € por cuña, muy por debajo del récord del Pule.
La leche de burra también tiene un aura mítica: se dice que Cleopatra la usaba para cuidar su piel y que en épocas antiguas algunas madres la empleaban para alimentar bebés por su similitud con la leche humana.
Fuente: 20 Minutos






