Castilla y León es una región líder en producción de leche, queso y otros derivados lácteos gracias a una abundante materia prima de elevada calidad. Es la primera productora de leche de oveja del país y la segunda de leche de vaca, sólo por detrás de Galicia. En su territorio se asienta un importante entramado agroalimentario, cada vez mejor adaptado a las demandas de los mercados nacional e internacional.

La investigación, el desarrollo y la innovación serán una de las apuestas clave de futuro del sector lácteo para responder a retos tan importantes como la generación de valor para todos los eslabones de la cadena, que permita aumentar la rentabilidad de los profesionales que trabajan en la actividad, y atender a las nuevas demandas sociales, siempre cambiantes.

Así lo indican desde la Organización Interprofesional Láctea (INLAC), consciente de que uno de los grandes retos que afronta el sector es precisamente el de conseguir mayor valor añadido para asegurar la viabilidad de empresas y ganaderos.

El presidente de InLac, Ignacio Elola, ha apuntado a la I+D+i como una de las prioridades que ayudarán a conseguir los objetivos de vertebración y estabilidad que el sector en su conjunto se ha marcado. Y es que, el sector lácteo es muy potente, pero necesita de nuevos revulsivos para seguir creciendo.

La cadena de producción, transformación y comercialización del sector lácteo factura en torno a 13.000 millones de euros al año y genera más de 60.000 empleos directos. Sólo las industrias lácteas suponen más de 9.500 millones de euros al año de volumen de negocio y emplean a más de 30.000 personas. Y una parte destacada de estas cifras son aportadas por Castilla y León.

De hecho, esta región se consolida como una potencia nacional con más de 900 ganaderos con entregas de leche de vaca -una cifra que sólo superan Galicia, Asturias y Cantabria- y un volumen de casi 927,4 millones de kilos en 2020, según los datos del FEGA, siendo la segunda mayor productora española, después de Galicia.

En ovino de leche, la Comunidad cuenta con cerca de 2.000 ganaderos, la mayor cifra del Estado. Castilla y León se consolida como primera productora de leche de oveja, con 286,2 millones de litros. Una cantidad muy importante, si tenemos en cuenta que en territorio nacional se obtienen algo más de 508,2 millones de litros.

Respecto al caprino lácteo, la región alberga unos 300 ganaderos con entregas y una producción que supera los 29,3 millones de litros en 2020.

La materia prima regional permite que en este territorio se asienten cooperativas e industrias de transformación líderes en ámbito nacional e internacional que llevan hasta los consumidores leche líquida, queso, mantequilla y un amplio abanico de productos lácteos de la máxima calidad, trazabilidad y seguridad alimentaria. Algunas de las marcas de Castilla y León se han ganado un creciente peso en el mercado nacional e internacional, gracias en buena parte a su carácter innovador.

INLAC, que representa tanto a la rama productora como a la transformadora, está trabajando en nuevos proyectos de I+D+i de ámbito sectorial, tales como la obtención de una técnica capaz de cuantificar la leche de diferentes especies presentes en los quesos de mezcla. Asimismo, la Interprofesional ha puesto a disposición del sector un informe de revisión de la normativa europea y española sobre la gestión de las deyecciones ganaderas en el sector lácteo y de sus tecnologías de tratamiento. También ha elaborado un informe de revisión de las mejores técnicas disponibles potencialmente aplicables para la reducción de las emisiones de amoniaco y gases de efecto invernadero del sector lácteo en España.

Ha recordado que el sector lácteo se ha situado en vanguardia por su apuesta por referencias innovadoras que respondan mejor a las demandas sociales. También pueden darse grandes pasos en innovación en quesos, para aprovechar todo el enorme potencial. Un esfuerzo que implica importantes inversiones para ganaderos y fabricantes pero que no siempre se benefician de una remuneración justa en el mercado, en un contexto de fuerte presión de la gran distribución por ofertar productos baratos a sus clientes y atraer así más consumidores a sus centros.

Diversificación de la oferta

Según explica el presidente de InLac, los productos lácteos elaborados por ganaderos y fabricantes están acomodándose a las exigencias de los españoles. Ofrecen, así, unas referencias cada vez más evolucionadas, sin olvidar el mantenimiento de todos sus atributos saludables y propiedades nutricionales.

Lácteos y salud

Los lácteos cuentan con contrastados beneficios para la salud, respaldados por la comunidad científica y médica, aunque es cierto que no siempre son bien conocidos por la población.

Las últimas y más relevantes publicaciones internacionales recuerdan que la ingesta regular de leche y de productos lácteos se asocia con un mayor crecimiento y menor riesgo de obesidad en la infancia. En los adultos, el consumo se asocia con una mejora de la composición corporal y un riesgo reducido de mortalidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2 así como con menor riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer. Entre las últimas evidencias científicas que refuerzan el valor de los lácteos o derriban mitos, se demuestra que los consumidores que beben de forma habitual grandes cantidades de leche no tienen niveles elevados de colesterol, de acuerdo con un artículo publicado en el “International Journal of Obesity”, que analizó tres grandes estudios de población con más de 2 millones de personas.

“Contamos con un sector vital para la economía, el empleo, el desarrollo rural y el mantenimiento de los ecosistemas que debemos preservar y potenciar. Y las acciones de I+D+i deben ser un pilar fundamental para garantizar su crecimiento y sostenibilidad”, concluye Elola.

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