Aumentar el volumen de leche que se transforma en otros productos derivados, lograr que la distribución alimentaria suba los precios y hacer cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria. Esas son las claves para salvar el sector vacuno lechero que maneja el Govern y que ayer expuso en la reunión celebrada en Coinga y a la que asistieron representantes de todas las organizaciones agrarias menorquinas así como del Consell y la propia consellera de Agricultura, Mae de la Concha.
La supervivencia del sector no pasa para el Ejecutivo balear por más líneas de ayudas y subvenciones, aunque sí defiende ante el Ministerio de Agricultura la necesidad de que se tengan en cuenta los sobrecostes de producción que supone la insularidad en las ayudas asociadas a la PAC (Política Agraria Común), «la negociación va bien pero la PAC empezará a aplicarse en 2023, eso no nos soluciona el problema a corto plazo», declaró ayer el director general de Agricultura, Ganadería yDesarrollo Rural del Govern, Fernando Fernández Such en los momentos previos al encuentro.
Las conversaciones con el sector empezaron en julio. Las propias entidades agrícolas y ganaderas han mantenido contactos y salido a expresar su preocupación en las últimas semanas ante la imparable subida de los costes, la electricidad, los piensos, incremento que se cifra de media en el 25 por ciento en los insumos para la producción láctea.
«El precio de la leche líquida y de los productos derivados en este momento lo marca la distribución, sobre todo la que juega con sus marcas blancas, hay que lograr que se comprometa y suba los precios», manifestó a «Es Diari» Fernández Such, quien celebró la decisión de la compañía Mercadona de subir el precio de la leche a partir de este mes, pagando más a los ganaderos. «Nos alegramos porque Mercadona tiene un papel importante, influye en el resto del sector, pero dos céntimos es una cantidad claramente insuficiente», opinó el director general. Fernández considera fundamental «que los contratos lácteos cubran los costes de producción» y que la reforma de la Ley de Cadena Alimentaria, ahora en fase de enmiendas en el Congreso «evolucione en el sentido que queremos» y se garantice su cumplimiento.