La interprofesión láctea francesa (Cneil), en colaboración con su homóloga de vacuno (Interbev), ha desarrollado 16 indicadores de bienestar animal, con el objetivo de valorizar el saber hacer de los ganaderos y la protección de los animales.

Los indicadores se han elegido para cumplir con los once principios definidos por la OIE y las cinco libertades fundamentales. Son fácilmente observables y medibles, tardándose en torno a una hora y media o dos horas en analizar.

La industria ha optado por utilizar Boviwell, que utiliza los umbrales definidos en el programa de referencia europeo Quality Wellfare. Se basa en un sistema de puntuación para cada indicador y proporciona resultados para cada una de las libertades fundamentales y una puntuación final de 0 a 100, que también permite analizar cada uno de los resultados.

Las 5 libertades fundamentales son:

– No sufrir de hambre ni de sed.
– No sufrir molestias.
– No sufrir dolor, lesión o enfermedad.
– Ser capaz de expresar comportamientos naturales propios de la especie.
– No experimentar miedo o angustia.

Los 16 indicadores del bienestar animal son:

– Evaluar los lugares para conocer la satisfacción de las necesidades de las vacas.

– Evaluar el estado de engorde (grasa subcutánea) del cuarto trasero de la vaca.

– Evaluar la disponibilidad de abrevaderos para conocer la satisfacción de las necesidades de agua de las vacas.

– Evaluar la piel para ver la ausencia de placas secas en las áreas en contacto con el suelo y la ubre (rejilla Normabev)

– Estimar el espacio para dormir disponible para las vacas.

– Observar la presencia de abrasiones, lesiones, hinchazón en la vaca.

– Evaluar la marcha alterada o la postura analgésica (tomada para aliviar el dolor) en las vacas.

– Comprobar la concentración de células somáticas del tanque.

– Evaluar el número de mastitis clínica.

– Calcular / registrar la mortalidad de las vacas y la muerte fetal (becerros 0-48 h).

– Evaluar el registro sanitario de las vacas que debe proporcionar el ganadero.

– Evaluar con el ganadero las prácticas que se han puesto en marcha para el manejo del dolor.

– Discutir con el criador sobre sus prácticas de distribución de calostro.

– Observar la posibilidad de que cada vaca se mueva libremente y tenga acceso a un área de ejercicio.

– Evaluar las medidas aplicadas para detener el golpe de calor, el viento y la humedad …

– Evaluar a qué distancia puede acercarse el evaluador sin desencadenar una respuesta de evitación

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