La interprofesional destaca una sostenibilidad cada vez mayor, la aportación de alimentos esenciales como los lácteos y la importancia de este modelo productivo para retener población en el mundo rural

La Organización Interprofesional Láctea (InLac), en el marco de la campaña ‘Cuenta con los productos lácteos europeos’, cofinanciada por la Unión Europea, ha celebrado recientemente en Bruselas el I Foro de la Sostenibilidad Láctea con la presencia de agentes económicos y sociales y expertos de referencia. El Foro se ha organizado en torno a dos mesas redondas. La primera ha incidido en el trabajo que realiza el sector lácteo en sostenibilidad, mientras que la segunda ha puesto el foco en cómo comunican las interprofesionales sus avances en este ámbito. El acto ha contado con la participación de la directora gerente de InLac, Nuria M. Arribas, así como de diferentes expertos en comunicación y asesoría agrarias.

Thomas Sánchez, asesor de COPA-COGECA, ha apuntado que la sostenibilidad ambiental es uno de los retos principales del sector lácteo. «La agricultura y ganadería de la Unión Europea se encuentran entre las más eficientes y avanzadas del mundo en cuanto al compromiso que han asumido sus productores», ha subrayado. «En lo que respecta al medio ambiente, la población debe saber que la producción ganadera española ha mejorado mucho en los últimos años, tanto en términos de eficiencia en la producción como de concienciación dentro del sector. Aun así, todavía nos queda un importante margen de mejora, por lo que debemos seguir trabajando», ha apuntado el doctor ingeniero agrónomo, director del Instituto de Ciencia y Tecnología Animal de la Universidad Politécnica de Valencia y representante del Comité de Sostenibilidad Láctea, Salvador Calvet. «Nos encontramos en una situación de emergencia ambiental y esto requiere que todos y cada uno de los sectores productivos aceleren sus agendas de sostenibilidad y adaptación», ha añadido.

Desde el Comité reconocen que el sector ganadero se encuentra ante un reto tremendamente complejo, que es seguir suministrando alimentos de alta calidad y necesarios para el desarrollo, pero asegurando el respeto al medio y la producción en el futuro. La sostenibilidad ambiental es muy compleja, pero recuerdan que los rumiantes tienen una gran ventaja adaptativa puesto que pueden utilizar recursos alimentarios que no sirven para otras especies ganaderas ni para alimentar a los humanos. Esto los convierte en organismos con alto potencial para reciclar y generar economía circular, aprovechando residuos de otros sectores. Ese potencial -añaden- debe aprovecharse y retomar los modelos de producción ligados a la tierra, aprovechando también beneficios como la conservación de ecosistemas o la ayuda a la prevención de incendios.

 

Aportaciones

De igual forma, los expertos de este Comité ponen de relieve las contribuciones positivas del sector para el medio ambiente, no suficientemente conocidas ni reconocidas. Las ganaderías europeas, en su inmensa mayoría de carácter familiar, son un motor de revitalización para los núcleos rurales, y las industrias lácteas constituyen unas de las principales actividades económicas con las que cuentan muchos de nuestros pueblos. Su presencia contribuye a mantener vivas las zonas rurales fijando población y creando empleo.

El sector lácteo puede tener efectos medioambientales positivos, pues actividades como el pastoreo contribuyen a la preservación de la biodiversidad y favorecen el mantenimiento del equilibrio paisajístico, evitando incendios y frenando el descontrol de la masa forestal. Además, está muy sensibilizado con el calentamiento global y apuesta por la economía circular, al aprovechar los residuos que genera para obtener energías renovables y enmiendas orgánicas para las tierras de cultivo.

En opinión de los expertos reunidos en el Foro, el sector debe seguir trabajando en el uso de las tecnologías digitales de última generación y apoyándose en la ciencia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aliviar la dependencia de insumos externos mediante el aprovechamiento de alimentos locales y seguir mejorando los estándares de bienestar animal en nuestras granjas, sobre todo en el escenario de cambio climático en el que nos encontramos.

«Para InLac es tremendamente importante organizar un foro de expertos en Bruselas, donde radican las principales instituciones comunitarias y se toman las decisiones de mayor transcendencia para los europeos», ha recordado el presidente de InLac, Ignacio Elola. También ha referido que la Campaña ‘Cuenta con los productos lácteos europeos’ tiene ante sí retos de altura, como la puesta en valor la sostenibilidad del sector y de los valores nutricionales y saludables de la leche y los lácteos.

El sector lácteo representado en InLac está firmemente comprometido con la salud de los consumidores, con el medio ambiente y el bienestar animal: «Queremos seguir elaborando leche y alimentos lácteos de excelencia con total trazabilidad y seguridad, que contribuyan a una dieta saludable y equilibrada, respetando las más exigentes normas del mundo en bienestar animal», ha añadido Elola.

Nuria M. Arribas, directora gerente de InLac, ha manifestado que «tenemos el deber y la obligación de comunicar todo lo que el sector hace de bueno para conservar el medio ambiente y nuestros compromisos para prevenir y mitigar los efectos del cambio climático».

 

El sector en España.

Según los datos de la Mesa Nacional del Ajo, que representa a productores, comercializadores y transformadores de ajos de las comunidades autónomas de Castilla La-Mancha, Andalucía, Castilla y León, Extremadura y Madrid, el cultivo del ajo en España suma en total en torno a 29.630 hectáreas, con una producción de 309.100 toneladas (datos de 2021). La mayor parte de la producción española de ajos se exporta a otros países, tanto de la UE como extracomuntarios (entre el 55% y el 70% de la producción se comercializa fuera de España). Cada año, solo el corte y la recolección del ajo en el campo generan casi un millón de jornales en España. La principal zona de producción de ajo es Castilla-La Mancha, que, según datos de 2021, cuenta con unas 20.860 hectáreas cultivadas, seguida de Andalucía con 5.120 hectáreas, Castilla y León con 1.820, Madrid con 890 y Extremadura con aproximadamente 530 hectáreas.

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