-¿Cuál es la situación de la lechería en Argentina?
-Si me hubieras hecho esta pregunta hace 10 o 15 años atrás, la respuesta hubiera sido la misma.
Seguimos dependiendo de las fluctuaciones del mercado lechero internacional, dependiendo de si llueve o no, si hay sequía o no.
Lo que deberían hacer los países lecheros es generar políticas de Estado que permitan hacer frente a los vaivenes climáticos que todos saben que van a suceder, y esto no es exclusivo de Argentina, se da en todo el planeta.
Para minimizar los efectos de estos fenómenos en la producción lechera hay que tener políticas de prevención para el sector, algo que Argentina nunca tuvo.También te puede interesar
-Somos testigo que Atilra ha promovido siempre, como una necesidad fundamental, la construcción de políticas de Estado para el sector…
-Sí, porque entendemos que los diferentes actores que conformamos la cadena productiva del sector no podemos trabajar de forma aislada o compartimentada.
De lo contrario cada uno de los que conformamos esta trama terminamos mirando hacia otro lado o hacia nuestro propio ombligo y dejamos de lado lo macro, que es el bienestar del sector en su conjunto.
Debemos dejar de lado la lucha intestina que desgasta, que provoca deterioro y cuyo resultado es el que conocemos todos: una crisis preocupante.
El enorme esfuerzo para salvar a SanCor
-¿Cómo sigue la situación de SanCor?
-Está en la etapa de superar la crisis.
Se hizo un esfuerzo enorme en este caso. La organización sindical (Atilra) –no hablo solo de la dirigencia sino también de los trabajadores y trabajadoras de base– hizo y está haciendo un esfuerzo muy grande para que la cooperativa siga operativa.
Falta la última etapa de recuperación para que pueda arrancar con nuevos bríos y salir adelante.
Nuestra labor es por toda la gente que hizo de esta empresa una de las más importantes del sector, es decir los trabajadores y trabajadoras, los productores y todas aquellas personas que rodean el proyecto.