El presidente de Ardesia se refrió a la situación y destacó que hay un conflicto con el sector lechero en general, y que esta vez le tocó a su empresa. Además sostuvo que la mayoría de los empleados quieren seguir trabajando.

Gustavo Ries Centeno, presidente de Ardesia, empresa local que fabrica conocidos quesos, marcó diferentes puntos respecto al litigio con Atilra, el cual no solamente generó manifestaciones gremiales en Trenque Lauquen sino también en instalaciones ligadas a la firma en Barracas, Buenos Aires, destacando que “el conflicto es con todo el sector lácteo”.
“Ahora me tocó a mí pero si se habla con mis colegas se va a ver que todos dicen que no pueden trabajar más por la presión sindical”, sostuvo. Añadiendo: “Me están acusando de cosas que no son ciertas”.
El empresario explicó que “en el tema salarial se está al día, incluso con salarios adelantados en lo que es noviembre”. Aunque aclaró: “Sí reconozco que hay dos bonos dando vueltas; uno ese el famoso bono del Gobierno de diciembre del año pasado decretado para todas las empresas por el cual se dio la posibilidad de pagarlo en cuotas y justo cuando empezó el plan de pago llegó la pandemia, se cayeron los principales clientes, ligados a la hotelería y la gastronomía, algo que complicó la situación económica, al punto que los clientes me deben millones de pesos; el otro bono está judicializado porque habría quedado fuera de convenio, y mi idea es actuar en consecuencia de lo que determine la Justicia, si define que se debe pagar, lo haré”.
Pandemia
La pandemia generó que los principales clientes de la empresa que comercializa los quesos elaborados por Ardesia, gastronómicos y hoteleros de Buenos Aires y otras ciudades, hayan parado o reducido su demanda, algo que complicó mucho la situación. Así y todo, Ries Centeno destaca su compromiso. “Jamás he dejado de pagar nada. Eso lo sabe la gente de Trenque Lauquen. Tengo 76 años y sigo al pie del cañón. La gente sabe que me he matado trabajando”, remarca.
Por otro lado, el entrevistado resaltó los cuidados que se han tomado con sus trabajadores para evitar avances del Covid-19. “Fuimos una de las primeras empresas en hisopar al personal en Buenos Aires. En las fabricas se toman todas las medidas y tengo un protocolo súper estricto, con toma de temperatura, alcohol, desinfecciones y otras acciones”, sostuvo.
Pérdidas
En tanto, el presidente de Ardesia apuntó sobre las acciones gremiales como la que se inició el martes: “Perjudican al empleado, al cual quiero y estimo. La gente entiende que si no trabajamos no recaudamos”.
Sostuvo que entre Ardesia y la comercializadora Trelau trabajan unas 100 personas, “que están queriendo trabajar la gran mayoría”. “Eso me lo dicen”, marca, añadiendo que también le manifiestan que hay ciertas presiones sindicales de por medio.
Por último Ries Centeno se refirió a los inconvenientes que genera tener parada la producción y sobre la pérdida de aprovechamiento de la leche que se levanta de los tambos. “Está la posibilidad de que tenga que tirar leche o hacer otra cosa. La empresa va a perder. Y si no se tira, la leche pierde calidad estando días acumulada y esa leche no va a servir para hacer queso. Así y todo la idea es seguir levantando el producto de los tambos y pagarle al tambero, porque no hay derecho para que ellos paguen por esto”, dijo, explicando que en promedio se levantan de los tambos 30 mil litros por día.

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