Las medidas, que supusieron un montante de 740 millones de euros en ese período en intervención y almacenamiento de productos lácteos y ayudas a los ganaderos para su adaptación a la crisis (350 millones de los anteriores) o al cese temporal de la producción (150 millones).
La producción de leche es el principal sector agrícola de la UE en valor (58 millones de euros en 2018) y actualmente representa alrededor del 14 % de la producción agrícola. España, con los aproximadamente 13.400 ganaderos con entregas, aporta alrededor de un 4,5 % de dicha producción.
Para intentar evitar que los precios de los productos lácteos cayeran hasta niveles insostenibles, se adoptaron medidas (conocidas como la «red de seguridad») para eliminar de manera temporal algunos excedentes del mercado. Dichas medidas incluían la adquisición pública y privada y el almacenamiento de mantequilla y leche desnatada en polvo y ayudas a los productores, medidas que ahora serán examinadas por los auditores del Tribunal de Cuentas.
En 2014-2015, los precios de los productores de leche de la UE sufrieron un descenso de entre unos 10 céntimos de euro y unos 30 céntimos de euro por litro. La Comisión consideraba que el sector lácteo estaba experimentando perturbaciones del mercado debido a un desequilibrio mundial entre la oferta y la demanda, en el que la prohibición rusa sobre la importación de los productos agrícolas y alimenticios de la UE estaba desempeñando un papel importante. En consecuencia, adoptó medidas excepcionales para complementar la «red de seguridad» con el objetivo de proporcionar una ayuda temporal excepcional a los ganaderos y productores de leche más afectados por las perturbaciones. Estas medidas incluían actuaciones para eliminar de manera temporal algunos excedentes del mercado, así como la adquisición pública y el almacenamiento privado de mantequilla y leche desnatada en polvo.
Los Estados miembros podían completar la financiación de la UE con cargo a sus presupuestos nacionales, pero España no lo hizo.
¿Han servido estas ayudas?
Nikolaos Milionis, Tribunal de Cuentas Europeo responsable de la auditoría en el Tribunal de Cuentas, ha señalado los objetivos de la auditoría: “los productores de leche se han visto afectados por un significativo descenso de sus ingresos. Analizaremos si el presupuesto de la UE se gastó adecuadamente para ayudarles a superar la crisis y si la Comisión está preparada para futuras perturbaciones del mercado”.
Los miembros del tribunal analizarán la política de la Comisión y los datos de los Estados miembros, y recopilarán información de los agricultores, las organizaciones profesionales y el sector lácteo. También realizarán visitas a Francia, Italia, Irlanda y Finlandia para examinar cómo se aplicaron las medidas en la práctica.
La publicación del informe está prevista para el año que viene.
La aplicación en España.
Unión de Uniones recuerda que, de las herramientas europeas anticrisis como ayuda a la adaptación al mercado, presupuestados para la UE en 350 millones de euros, a España se le asignó la cantidad de 14,6 millones de euros que gastó en dos ayudas de adaptación de carácter excepcional.
La primera de ellas (11,7 millones de euros) se dirigía a ganaderos que no habían contribuido de manera sustancial al desequilibrio de mercado en el sector lácteo (zonas desfavorecidas, de montaña y explotaciones que no hubieran aumentado su censo), benefició a 10.324 ganaderos, que recibieron una ayuda de 36 €/animal para un total de 324.910 animales.
La segunda (2,9 millones de euros) era para ganaderos integrados en organizaciones de productores u otras fórmulas asociativas, que llegó a 6.350 beneficiarios con un importe de 461,9 euros por explotación.
En cuanto a la medida de reducción temporal de la producción, que contaba con 150 millones de euros a distribuir en toda la UE, en España se acogieron en las dos fases abiertas un total de 1.694 ganaderos, que disminuyeron su producción en 31.310 toneladas. El importe de la ayuda en este caso era de 14 céntimos por kilo reducido, con lo cual el montante gastado en España ascendería a unos 4,4 millones de euros.
La organización señala también que la recuperación de la crisis en España está muy lejos de hacerse realidad, con una perdida constante de ganaderos que cada día cierran su explotación y precios que siguen manteniéndose al borde o por debajo de los costes productivos y que, desde lo más crudo de la crisis, se han mantenido en todo momento entre un 7% y un 12% por debajo de la media de los precios en la UE.