Recibí una gráfica de un facebookero, en ella se ve a un hombre por calle orizabeña en su bicicleta, listo por la mañana para pedalear y repartir la leche que carga en un perol. En mi pueblo los últimos lo hacían a caballo, y cuando llovía se ponían su impermeable y aprovechaban y abrían un poco la tapa del perol, para llenarla un poquito más, aunque se hiciera light. Los lecheros pueblerinos tenían unas cuantas vacas que ordeñaban temprano, llenaban los peroles y arriba de su cuaco (caballo) salían a las entregas, así lo recuerdo Yo Mero en la terrablanquense calle Constitución, cuando a mi madre el lechero llevaba su entrega, que ya tenían a sus clientes designados. Un litro o dos litros que debió haber costado una bicoca, comparado contra ahora que el litro de leche está entre 23 y 25 pesos, más o menos. Luego, las Lala y compañía que los acompañan, llegaron a envasarla, Nestlé tenía o tiene en nuestros pueblos centros de acopio, para que llevaran la leche los granjeros y allí aquellos se la llevaban para hacerla leche Nestlé y sus derivados, condensada, de cajeta, cómo e les ocurriera. Mas tarde llegaron las famosas tiendas Walmart y Chedraui cuesta menos, y entonces las amas de casa ya iban por la leche a esos centros, o a las tiendas de la esquina o a los OXXO o 7/24 orizabeños. Y los lecheros comenzaron a desaparecer, preferían vender su leche a los acaparadores que andar repartiendo. Ahora son una especie en peligro de extinción, porque la leche hoy es envasada y se vende en los supermercados. Larga vida a este hombre que lucha por su supervivencia, y pedalea en su bicicleta en entrega a sus clientes, en contra de la modernidad. Dios le bendiga y cuide.
LA REBELION DE M BAPEE
Esta rebelión, que se dio en el equipo más caro el mundo, el que vale miles de millones de dólares y no han podido ganar una Champions, el afamado Paris Saint-Germain, ha tenido, como en el PRI de Alito Moreno, su rebelión, Sucede que así como a Alito Moreno le andan pidiendo que renuncie y que se marche y a su barco le llame libertad, así una mañana, todo enojao, según los diarios europeos, Kylian M Bappé, que ahora es el mejor jugador del mundo, ese joven de 23 años que soñó y sueña con jugar con el Real Madrid, donde en su cuarto de chamaco lo tenía lleno de fotografías de su ídolo, Cristiano Ronaldo, hasta que un día, ya grande, se encontraron ambos y se retrataron con sus respectivas camisetas, que canjearon en un juego. A su corta edad es una máquina de hacer goles y dinero. Pero anda molesto, como Layda Sansores con Alito. Hay dos versiones, una dice que es por los patrocinadores, M Bappé, hijo de un inmigrante camerunés, nacido en París, llega a las prácticas en un modesto Volkswagen, cuando podía llegar en un Ferrari, pero es porque así es patrocinado. Versiones hay que no está de acuerdo con los patrocinadores del club. Otros dicen que ya se hartó de que el equipo se argentinizara, y casi nadie habla francés, puro español de Messi, y pidió que lo afrancesaran, por eso han salido varios jugadores de habla hispana, entre ellos, Di María, que es todo un crack. Debo decir, que este escribiente, que anda a veces de trotamundos y que en París ya ha estado (presumo) algunas veces, solo he visto el Estadio de los Príncipes cuando llego del aeropuerto y voy rumbo a mi hotel, no he visto a este equipo de iluminados jugar, aunque he visto casi a todos los demás, pero si Dios me presta un poco de vida y la vida no me maltrata, debo ir antes de partir a verlos jugar en ese estadio mítico de Los Príncipes. El jugador factura para sus bolsillos, unos 110 millones de dólares anuales, sin contar los patrocinios, que deben ser extraordinarios.