Este aumento ha llevado a una mayor producción, consumo y exportación de todos los derivados, excepto ciertos quesos (notablemente la mozzarella), que han caído desde el cierre de los puntos de servicio de alimentos en respuesta a los brotes de covid-19 en Argentina en marzo de 2020.
Así, se espera que la producción de leche líquida a partir de 2021 aumente un 2%, hasta los 11,57 millones de toneladas. Una pronta recuperación de la economía argentina en 2021 alentará a los procesadores a reenfocarse en la economía nacional y reducir las exportaciones de leche en polvo, que alcanzaron las 180.000 toneladas debido a precios competitivos y bajos márgenes internos.
La incertidumbre política y económica continúa afectando a la industria láctea local. Argentina ha financiado principalmente sus esfuerzos de recuperación y estabilización de covid-19 imprimiendo más pesos. Aunque la inflación ha superado el 40% en los últimos años, la industria teme que la tasa de inflación aumente aún más cuando se reanude el crecimiento económico pospandémico.
Argentina ha tenido un sólido desempeño exportador en lo que va de 2020, superando las expectativas anteriores. El país podría volverse más competitivo si su moneda se deprecia aún más. Contactos del USDA informan que el gobierno está considerando reducir el actual impuesto de exportación del 9% sobre la leche en polvo al 5%. El gobierno está ansioso por reponer las reservas de divisas y recientemente redujo los impuestos a la exportación de la soja y los productos mineros en un esfuerzo por aumentar las exportaciones.
Fuente: Dairy Industries International