Un caso que despierta curiosidad
La historia de María Branyas, la española que alcanzó los 117 años, generó titulares en todo el mundo. Entre los hábitos que se le atribuyen aparece el consumo de un yogurt particular, descrito como “secreto” de su salud y vitalidad.
Lo que sabemos de los probióticos
El yogurt, especialmente cuando contiene bacterias vivas y activas, aporta probióticos que ayudan a:
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Mantener la flora intestinal en equilibrio.
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Mejorar la digestión de la lactosa.
Fortalecer el sistema inmunológico.
La ciencia avala que los probióticos favorecen el bienestar general, pero no existen pruebas de que un yogurt por sí solo garantice longevidad.
Genética, estilo de vida y marketing
Los expertos señalan que llegar a edades extremas depende de múltiples factores: herencia genética, alimentación balanceada, actividad física y salud emocional. Atribuir la longevidad de Branyas exclusivamente a un producto lácteo puede ser más estrategia de marketing que evidencia científica.
El verdadero valor del yogurt
Más allá del mito, el yogurt sigue siendo un alimento esencial en la dieta moderna:
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Fuente de calcio y proteínas de alto valor biológico.
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Alternativa versátil en el desayuno o la merienda.
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Producto en constante innovación, desde versiones griegas hasta bebidas con cepas probióticas específicas.
Fuente: LaSexta