La carne de cultivo celular o la leche exclusiva para la nutrición infantil, a partir de cultivar células de leche humana, ya no son una novedad cuando se habla de alimentos creados en laboratorios. Por supuesto que los ensayos, tienen personas a favor y muchos detractores, pero en general argumentan estas investigaciones es que apuntan a producir mayor cantidad de alimentos de forma sostenible.
Es el caso de Senara, una empresa alemana que recientemente anunció tener la fórmula para producir leche “fuera de la vaca”.
La empresa de biotecnología estuvo investigando cómo producir leche a partir de cultivar células directamente de la leche y no de la vaca, como otros proyectos similares que en el proceder aíslan las glándulas mamarias que de forma natural se encargan de producir leche dentro de la vaca, para cultivar esas células en biorreactores, donde las hacen crecer para que desarrollen su función original: segregar leche. Pero una leche con exactamente todos los nutrientes que contiene el alimento, cuando se genera de forma natural.
La diferencia de Senara es que tiene como objetivo lograr de ese modo “artificial” una leche más digerible, inclusive para aquellas personas con alergias o intolerancia a la lactosa. Es decir pretende llegar a leches especiales mediante una producción sostenible (sin emisiones) e intervenir lo menos posible en el desarrollo del animal (bienestar).
El proyecto, además, tiene proyecciones bastante ambiciosas y pretende llegar a producir leche de diferentes animales. Por eso, aunque trabajan directamente con la leche de vaca, también se analizan células de leche de otros animales, como es el caso de búfalos, bisontes, burros , cabras y ovejas. La idea es obtener una leche que posea los valores nutricionales del alimento convencional, pero de una forma mas pura, sin bacterias, ni antibióticos y libre de lactosa.
¿Es posible crear una leche de esta forma? según explicó al medio FoodNavigator la doctora Svenja Dannewitz, fundadora y directora del proyecto, durante el proceso se fueron seleccionando las células más eficientes en la producción de leche, a las cuales “se les propicia un ambiente, temperatura y nutrientes adecuados para que se multipliquen y crezcan”. Finalmente, lo que emplean los investigadores es el producto que segregan estas células y aseguran que se trata de la propia leche.
Al respecto, la doctora puntualizó. “Esto hace que su producción sea más rentable en comparación con la carne cultivada. Lo que significa que con nuestra tecnología podemos abordar realmente el mercado masivo de leche animal. La leche que producimos no contiene OGM (organismos genéticamente modificados), por lo que no tenemos que recurrir a la edición génica para lograr los objetivos”.
Actualmente ya no es una rareza que se sigan replicando las empresas que se orienten hacia este rumbo de la producción de leche a partir del cultivo celular. A fin de cuentas, se trata de un mercado seductor a nivel global, con significativo rédito económico. Por lo tanto, esta forma de producción sin andamiajes ganaderos ni industriales en principio favorece la rentabilidad al lanzar al mercado una leche a precios competitivos.
De acuerdo con las predicciones, para el año 2028 la leche cultivada con células será una oferta más en las góndolas de los supermercados.
No obstante Senara, como otros proyectos de su tipo debe someterse a la aprobación regulatoria para el uso industrial y comercial de esta leche. Sin embargo, desde la startup crecen las expectativas a la vez que se sigue dando conversaciones con el sector industrial que se ha mostrado interesado en el producto, según publica FoodNavigator.