MetaCycler BioInnovations, una nueva empresa de Velocity, la incubadora de empresas emergentes de la Universidad de Waterloo (Canadá), produce materiales biodegradables a partir de residuos de la industria láctea, con potencial para una amplia gama de aplicaciones, entre ellas pajitas biodegradables similares al plástico.
“Una de las preguntas más habituales que nos hacen es: ‘¿Me devuelves mi pajita?”, explica Nicole LeBlanc, cofundadora y consejera delegada. “Nuestro material tiene propiedades flexibles que se pueden utilizar en una amplia gama de aplicaciones, incluidos materiales similares al plástico duro y quebradizo que, en teoría, podrían sustituir a las pajitas de plástico. Las pajitas tendrían el mismo tacto y textura que el plástico, pero serían biodegradables en todos los entornos, incluidos los marinos.”
La línea de microorganismos modificados genéticamente de MetaCycler convierte los residuos lácteos, un subproducto de la producción de leche y queso, en PHA, un material similar al plástico producido de forma natural por los microorganismos, que es la base de muchos de los productos de plástico biodegradables que se utilizan hoy en día.
“Los microorganismos son inofensivos para las personas, los animales y las plantas, y producen PHA de forma natural”, explica la cofundadora Aranksha Thakor. “Hicimos cambios en lo que comen las bacterias para que puedan consumir residuos lácteos y producir PHA. Esta idea puede aplicarse a cualquier residuo orgánico. Cambiar los genes de la bacteria significa que podemos utilizarla para producir material similar al plástico procedente de otras plantas de procesado de alimentos, así como de los residuos orgánicos que tiramos en casa.”
Los cofundadores LeBlanc, Thakor, Eugenia Dadzie, Shirley Wong y Jonathan Parkes empezaron a trabajar con Velocity en el campus a principios de este año. Con profundas raíces en la investigación en la Universidad de Waterloo, Thakor, LeBlanc y Dadzie son estudiantes de doctorado en la Facultad de Ciencias, donde Wong realiza sus estudios posdoctorales.
La fabricación de pajitas biodegradables similares al plástico es sólo un pequeño ejemplo del importante impacto que la tecnología de MetaCycler puede tener en el medio ambiente. Es más, la suposición de que los bioplásticos corrientes son respetuosos con el medio ambiente no siempre es correcta.
“Realmente no existen plásticos biodegradables de origen biológico que se descompongan en entornos marinos y terrestres y sigan ofreciendo las propiedades de los plásticos. Algunas industrias quieren pasarse a los plásticos sostenibles, pero las soluciones disponibles hoy no satisfacen sus necesidades”. afirma Thakor.
“Estamos desarrollando una tecnología que produce un material que, en teoría, podría cambiar el mundo, pero primero tiene que convertirse en un negocio viable, que es lo que Velocity nos está ayudando a descubrir. Todo viene de algo y tiene que ir a alguna parte al final de su vida útil: los productos fabricados con nuestros materiales se descompondrán y volverán a la tierra, en lugar de quedarse ahí y contaminar el medio ambiente para siempre”, afirma LeBlanc.
Fuente: Universidad de Waterloo