Desde su planta de Cajicá, en la sabana de Bogotá, esta empresa procesa cerca de un millón de litros de leche diarios y los convierte en bolsas de diversos productos. Desde leches y yogures, hasta arequipe y cremas saborizadas. Todo se produce en su parque industrial en la sabana.

Actualmente, Alquería realiza fuertes inversiones para contribuir a la salud de los colombianos. En los últimos dos años ha desembolsado poco menos de $ 2 mil millones para la mejora de sus laboratorios que identifican la presencia de lactosuero mediante la cuantificación de la molécula de glicomacropéptido de caseína (cGMP), sustancia presente en el lactosuero, en leche cruda, lo que permite realizar un control de calidad efectivo a los más de 11.500 proveedores de leche que administra la compañía.

Respecto al uso de esta sustancia, la compañía sostiene que es importante que su presencia sea transparente para el consumidor, “el lactosuero no es otra cosa que el restante de la leche al elaborar quesos, no es que sea malo, pero nunca va a igualar los contenidos nutricionales que si tienen la leche en crudo”, dice Jorge Guzmán, gerente de producción de Alquería sobre el uso de aditivos ocultos en la industria.

El suero de leche o lactosuero es la parte líquida de la leche que queda después de separar la leche cuajada en la fabricación del queso. Sus principales aplicaciones para el consumo humano son la preparación de queso de suero, bebidas a base de suero y bebidas de suero fermentado, de acuerdo con el sitio web de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés).

Dentro de su uso común en la industria es posible identificar su presencia en los alimentos que se etiquetan como “bebidas lácteas”, disponibles en el día a día de los colombianos. Desde Alquería también se utiliza como un ingrediente indispensable para la producción de algunas líneas particulares, como los quesos y fortificados, pero no en la leche.

Esta inversión se da en el marco de una fuerte discusión por la calidad nutricional de los productos lácteos en el mercado, en los que varias empresas han sido acusadas por añadir suero a la leche que producen con el fin de mejorar sus rendimientos financieros, pues mientras un litro de leche en crudo se comercializa entre $ 2.300 y $ 2.500, el de lactosuero no supera ni los $ 500.

Alquería es, además, una empresa caracterizada por estar a la vanguardia de los procesos industriales en Colombia. Sus plantas de producción son semiautomatizadas y la empresa es la única en el país con una certificación y varios reconocimientos Quality Chekd, una organización que brinda asesoría técnica y programas de capacitación, a la par que garantiza que la calidad de los productos es de clase mundial.

En Colombia las empresas de alimentos no están obligadas a regular y monitorear los procesos internos para identificar sustancias como lactosueros, pero su uso comercial sin advertir al consumidor está completamente prohibido. En el ámbito legal, el decreto 616 de 2006 del Ministerio de Salud establece en el artículo 14 expresa que “teniendo en cuenta que la leche es considerada alimento de mayor riesgo en salud pública, queda prohibido: 1. La adición de lactosueros a la leche en todas las etapas de la cadena productiva”. En el mismo decreto de la cartera de Salud establece que el lactosuero en polvo se puede utilizar como insumo primario de la elaboración de otros alimentos de consumo humano, como galletas, harinas, leches en polvo y otras bebidas lácteas.

En cuanto a la nutrición, las autoridades nacionales afirman que al rendir la leche con lactosuero, se está perdiendo el valor nutricional del primer producto, por ejemplo, en cuanto aporte de nutrientes como el calcio, baja si la leche es rendida con otro subproducto como el suero.