El sector de la industria lechera sostiene que con el actual sistema de Precios Congelados las fábricas trabajan a pérdida, por lo que solicitan una reunión con el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti para intentar negociar nuevos montos y volúmenes.
La idea de los empresarios es destinar una cantidad de productos para los segmentos de menores recursos económicos y que el resto quede fuera de la órbita del control de precios. Es por eso que apuntan a generar una mesa de consenso con el oficialismo, preocupados por la brecha entre los costos de producción y el valor de venta al público de los lácteos, que es de 20%
Los industriales lecheros de la Argentina sostienen que si bien es entendible que el gobierno necesite controlar los precios, creen que en el mediano y largo plazo, este tipo de política no da resultados. Reconocen además que la caída del poder adquisitivo del salario es un obstáculo para esta recomposición y que sería imposible trasladar todos los costos a las góndolas.
Frente a la suba en los valores de venta al público en alimentos sensibles para la canasta básica, el gobierno nacional intenta frenar el impacto en el bolsillo de los argentinos. Desde octubre, y hasta enero, se mantendrá en principio, el congelamiento de precios. Además estudia la manera de poder controlar las subas que se han venido registrando en los distintos cortes de carne vacuna.
Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), en los primeros nueve meses del año, el consumo cayó 6,6% medido contra el mismo período de 2020. El congelamiento de precios, sumado a la caída en el poder adquisitivo del salario, impactaron en las ventas del mercado doméstico. De acuerdo al OCLA, los mayores recortes se pudieron ver en leche en polvo (17,9%), leches refrigeradas (15,6%) y leches no refrigeradas, con una merma de 9,3%.
Las exportaciones de la cadena láctea aumentaron USD165 millones entre enero y septiembre. En ese período, los despachos acumularon USD931 millones, un 17,8% más en relación al mismo período de 2020. Medido en litros, el crecimiento fue de 4%, con 2.000 millones de litros equivalentes. Con este ritmo de operaciones, el año puede finalizar con ventas por 3.000 millones de litros equivalentes.
Del total exportado, un 46,4% de las divisas corresponden a leche en polvo; 25,6% a quesos y 18,8% a productos como dulce de leche, manteca y suero, entre otros. Los principales destinos son Brasil, Argelia, Chile, Rusia y China. En el caso de leche en polvo, Argelia concentra el 63% de las operaciones comerciales.