Si se sanciona la ley, los productos deberán llevar en sus envases un octágono negro de gran proporción advirtiendo sobre los excesos enumerados. El portal Ámbito Financiero publicó la opinión del titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimentarios (COPAL), Daniel Funes de Rioja: “Rechazamos el proyecto aprobado en el Senado porque sigue un modelo de demonización de los alimentos y bebidas”. Al mismo tiempo, sostuvo: “Estamos a favor de un etiquetado informativo. Pero, por sobre todas las cosas, el tema debe resolverse en el contexto de una discusión del Mercosur para que sea una decisión regional y de armonización normativa”
Si bien la iniciativa busca advertir a la población y lograr un consumo saludable, los límites son definidos con los parámetros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La estrategia se vuelve difusa ya que según la normativa alrededor del 91% de los productos deberán llevar el etiquetado. Para la OPS, por ejemplo, la sola presencia de un nutriente cítrico es exceso.
Contar con un etiquetado frontal visible en un contexto de aumento de la obesidad y de problemas relacionados con la alimentación es fundamental. Pero tal cual los parámetros que incluye el proyecto, una galletita de pan integral tendría las mismas etiquetas de advertencia que una galletita dulce o un alfajor.
De esta manera, advierten que muchos alimentos que son nobles y tienen un adecuado valor nutricional, llevaran el sello desalentando su consumo. En caso de ser convertida en ley, será de cumplimiento obligatorio para fabricantes que hayan puesto su marca o integren la cadena de comercialización de alimentos y bebidas de consumo humano, en todo el territorio de la República Argentina.
Teniendo todo esto en cuenta, se evalúan varias modificaciones al proyecto cuando se trate en Diputados a partir de este viernes, proponiendo una legislación más laxa que no desaliente tampoco la exportación de los productos. Mientras tanto, las cámaras empresarias proponen dirimir el asunto en ámbito del Mercosur.