ESPMEXENGBRAIND

18 Nov 2025
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18 Nov 2025
Con consumo masivo 10 puntos abajo de 2023 y balances en rojo, empresas alertan que 2026 será peor.
Consumo masivo

Los máximos ejecutivos de las principales compañías de consumo masivo que participaron en la conferencia de la Unión Industrial Argentina transmitieron un mensaje que encendió alarmas en el sector: no proyectan un repunte del consumo para el próximo año.
Espero un 2026 peor que este”, admitió a LPO el CEO de una reconocida firma de panificados.

La preocupación se intensifica porque la base de comparación es extremadamente baja. El consumo masivo se encuentra hoy 10 puntos porcentuales por debajo del nivel de 2023, según datos oficiales. En el Gobierno reconocen el impacto potencial de esta dinámica. “Si el consumo no levanta, vamos a estar complicados en 2027”, sostuvo un alto funcionario libertario.

Números en rojo: un giro abrupto en las grandes alimenticias

Los balances del sector confirman la tendencia.

  • Arcor reportó ganancias netas por $97.772 millones, muy lejos de los $378.245 millones obtenidos en el mismo período de 2024.

  • Molinos Río de la Plata acumuló pérdidas por $37.403 millones entre enero y septiembre de 2025, revirtiendo los resultados positivos de $54.184 millones en 2024 y $81.533 millones en 2023.

  • Mastellone Hnos., dueña de La Serenísima, también pasó a terreno negativo: registró pérdidas por más de $20.000 millones en los primeros nueve meses del año, frente a las ganancias de $66.985 millones del mismo lapso de 2024.

  • El retroceso generalizado llevó a ejecutivos del sector a plantear una inquietud adicional: el atraso del tipo de cambio, una de las banderas económicas del Gobierno.

    El crédito no alcanza para mover el consumo cotidiano

    Ante la expectativa oficial de que una mayor oferta crediticia pueda impulsar la demanda interna, los empresarios son escépticos.
    El crédito te puede reactivar algo de bienes durables, porque alguien puede endeudarse para comprar un equipo, pero tampoco tanto por el nivel de endeudamiento que ya tienen las familias. Y aun con margen, el crédito nunca va a consumo masivo”, explicó el CEO consultado.

    Importaciones y costos: por qué no baja la góndola

    Sobre la apertura importadora, los ejecutivos relativizan su efecto en precios:
    Tiene poca incidencia en la góndola y tampoco son mucho más baratos”, señaló uno de ellos.

    El motivo estructural es que todos los alimentos en Argentina están “atados al dólar”:

    • por tratarse de derivados de commodities,

    • o por la presencia de componentes importados indispensables en la cadena de producción.

    En todos los países los productores venden más caro en el mercado interno que afuera, porque en exportaciones competís con otros países”, agregó el empresario.

    Esta dependencia del dólar explica también por qué el sector resiste una devaluación.
    El dólar subió más de 20% en el año, pero como no hay margen para trasladarlo a precios porque no se vende nada, el aumento del costo lo absorbió la industria. Ese eslabón ya no resiste más, igual que los salarios”, reconoció.

    El peso del gasto diario y el límite del salario

    El último relevamiento del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC) muestra con crudeza el deterioro del poder adquisitivo:

    • En septiembre, una familia necesitó $87.288 por día para cubrir sus gastos esenciales.

    • De ese total, $23.878 correspondieron a productos de consumo masivo,

    • y $63.409 a servicios básicos del hogar.

    Con un salario mínimo de $322.200, una familia solo puede financiar tres días y medio de ese presupuesto.

    Fuente: LPO — https://www.lapoliticaonline.com

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