En el marco del APL firmado en 2020 por el Consorcio Lechero, se realizó la medición y verificación de huella de carbono de las operaciones, y se adelantaron iniciativas de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero, logrando una reducción total de 25.355 toneladas de CO2 equivalente. Ello permitió a las empresas alcanzar también la certificación que otorga el Programa HuellaChile del Ministerio del Medio Ambiente.
“En tiempos de cambio climático, este tipo de acuerdos son una potente señal. Con este trabajo colaborativo y voluntario, las empresas procesadoras de leche elevan sus estándares y se ratifican como una industria que tiene la visión que se requiere para generar los cambios en beneficio de nuestra sociedad y el planeta”, valoró Ximena Ruz, Directora Ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático.
Debida Diligencia del sector lácteo
Para contribuir a la competitividad de los productos lácteos, las empresas incorporaron el concepto de la Debida Diligencia en sus acciones. Para ello se aplicó una herramienta de autodiagnóstico de conducta empresarial responsable y de debida diligencia para el sector procesador lácteo, con las directrices de la OCDE.
“Quiero expresar mi gratitud y reconocimiento a todos los actores involucrados en la exitosa culminación de la primera etapa de implementación del Acuerdo de Producción Limpia de la Industria Procesadora Láctea. El compromiso del sector lácteo con las prácticas sustentables y ambientalmente responsables es fundamental para nuestro progreso colectivo, por lo cual, los invitamos a continuar trabajando juntos hacia un futuro más sostenible y próspero para todos”, expresó el presidente del Consorcio Lechero, Sergio Niklitschek.
Otros resultados del APL
Destaca el establecimiento de líneas base para la gestión del agua, energía y residuos, lo que constituyó un insumo clave para la creación y ejecución de planes de manejo en cada temática, lo que incidió en la reducción de un 13% en el uso total del agua, equivalente a 989.410 m3, y un 5,4% en el volumen de residuos industriales líquidos (RILES) tratados, alcanzando 396.067 m3.
En este trabajo conjunto se invirtieron más de 190 mil horas en la formación del capital humano en temáticas del APL, calidad e inocuidad, salud y seguridad. Al mismo tiempo, las empresas participaron en el Programa Industrial Energy Manager, para la formación profesional de gestores energéticos, y se desarrollaron diagnósticos y planes de gestión de la energía.
También se desarrollaron actividades de relacionamiento comunitario, con buena acogida por parte de todos los participantes, lo que permitió estrechar lazos entre las empresas y las comunidades escolares con las que se trabajaron.
Otro fruto del APL es la generación de una guía de medición, reporte y verificación de indicadores de sustentabilidad y de la Herramienta de Cálculo de estos. Además, se consolidaron equipos de trabajo en torno a la sustentabilidad y se generó información documentada y disponible para aplicar la mejora continua.