Según el informe publicado por la USP, en el octavo mes de 2019 ingresaron cerca de 5.500 toneladas de leche en polvo y derivados, para un total de más de 45 mil 800 para todo el año, más de las cerca de 44 mil t que entraron en 2017 y de las más de 45 mil t de 2018.

Hasta el 31 de agosto pasado, las compras de productos lácteos subieron 38,3 % con respecto al mismo periodo del año anterior, pasando de 33 mil 141 toneladas a 45 mil 822 t.

Este año, la industria ha destinado más de 111 millones 436 mil dólares en importaciones de lácteos, superando tanto en valor como en cantidad de toneladas a las de 2017 (43 mil 817 t por USD 109,3 millones) y las de 2018 (45 mil 256 t por USD 107,5 millones).

Por el contrario, es una cantidad similar a la de los primeros 8 meses de 2016, periodo durante el cual se adquirieron 41 mil 471 t por cerca de 99,5 millones de dólares. En los últimos 4 años, el costo promedio por tonelada ha variado, desde USD 2.376 en 2018 a USD 2.495 en 2017.

En 2019, ha estado en USD 2.431, 55 dólares más que hace un año pero 64 menos que hace 2. Pero mientras que en 2017 la tasa de cambio estuvo en $2.951 en promedio, este año va sobre los $3.400.

El analista y columnista de CONtexto ganadero, Óscar Cubillos, sostuvo que las elevadas importaciones de este año “muestra(n) que ni la tasa de cambio ni el precio internacional de la leche son barreras de alta efectividad para mitigar la tendencia importadora”.

Para economizar gastos, explicó que los importadores han apelado a la leche en polvo (LEP) descremada, que es más barata y que se cotiza en la actualidad a USD 2.924 por tonelada, contra USD 3.254 por tonelada de entera según la última subasta.

“Del total de LEP importada en 2019 el 67 % es descremada y el 32 % es entera, tendencia significativamente diferente a lo que ocurría por ejemplo en 2011 cuando el 100 % de LEP importada era entera”, añadió.

Por otra parte, el reporte de los inventarios demuestra que la leche en polvo tiene una alta demanda: al 30 de septiembre de este año hay apenas 5.816 t contra 16 mil 722 de la misma fecha de 2018 o 13 mil t, con las que inició el 2019.

A juicio de Cubillos, los productores no pueden confiar que en 2020 arrancará con precios altos por litro pagado al productor, “pues los inventarios de la industria vienen al alza y la ola importadora del primer bimestre del año le colocará presión a la baja a lo producido en finca”.

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