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26 Nov 2024
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A fin de 2022, y luego de un extenso proceso de consulta pública, el gobierno de España ha dado un paso que sería inimaginable en la Argentina:
poner un límite de cabezas para los establecimientos que se dediquen a la cría de bovinos, tanto para carne como para leche.

jajajaj

Aquí, en la Argentina, hay enormes estancias que pueden llegar a albergar miles de cabezas de ganado. Algunas empresas ganaderas de cría superan las 60 mil. Y hay feedlots con capacidad para albergar hasta 120 mil animales en pequeñas superficies. También hay tambos con 12 mil vacas en ordeñe. Y aunque el 74% de los casi 200 mil establecimientos ganaderos poseen hasta 250 cabezas, un 5% de las firmas concentran casi el 40% de la hacienda en grandes establecimientos de más de 1.000 cabezas.

En España, lógicamente, las superficies ganaderas son mucho mas acotadas y también lo es el tamaño promedio de los rodeos bovinos, tanto en tambos como en campos de cría e invernada. A partir de este nueva normativa lo serán por siempre, ya que el gobierno de ese país acaba de establecer un límite máximo de 850 UGM por cada “granja”, como le dicen ellos, o “explotación ganadera”, como las llamaríamos nosotros.

¿Qué es UGM? Unidades de ganado mayor. Es decir, animales adultos.

La medida que fija límites al tamaño de los campos ganaderos no será retroactiva, o sea que podrán seguir en funcionamiento las “macrogranjas” existentes podrán seguir operativas.

jajaja

El Real Decreto 1053/2022, que fue firmado el 27 de diciembre, estableció “normas básicas de ordenación de las granjas bovinas”. Allí se dispone el máximo de 850 bovinos que se autorizará desde ahora a los nuevos emprendimientos ganaderos. Las vacas de leche equivalen a una UGM así como los machos de dos años o más, mientras que las vacas no lecheras de dos años suponen 0,8 UGM, los bovinos entre seis meses y menos de dos años representan 0,7 UGM y los bovinos de menos de seis meses 0,4 UGM. Por eso finalmente el tamaño de cada rodeo será variable en función de su conformación. Si uno tiene solo terneros, podrá albergar más de 2.100 ejemplares.

Hasta este decreto, el sector ganadero español no contaba con regulaciones sectoriales, como sí ocurría con el porcino, la avicultura, el sector equino y hasta con la producción de conejos. Y eso que, como dice el decreto, el sector bovino es el segundo de mayor peso en España, detrás del porcino. Su producción de leche y carne supone el 30% del total de la ganadería española. Ese país es además cuarto productor de carne en Europa y el séptimo de leche.

Esta discusión fue muy debatida. Hace un año, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció que estudiaría la creación de un etiquetado de la carne de ganadería extensiva para diferenciarla de la procedente de macrogranjas o explotaciones intensivas, lo que nosotros conocemos como feedlot. Por el momento, esta regulación no marcó avances en este sentido.

De todos modos, esa diferenciación de la carne o la leche por su origen está a la vuelta de la esquina, ya que en el decreto “se recogen diferencias en los requisitos exigidos a las explotaciones en función de su sistema productivo y su tamaño, y se tienen en cuenta los condicionantes propios de la producción de carne y leche”.

“Del mismo modo, se establece una diferenciación entre los requisitos para las granjas de nueva instalación respecto de las existentes. Así, las granjas existentes habrán de cumplir y adaptarse a los nuevos requisitos en materia de bioseguridad, medioambiente y bienestar animal, estableciéndose un período transitorio para esta adaptación en caso de ser necesario”, agrega la norma en sus considerandos.

jajaj

En la regulación española, a partir de ahora, “las granjas se clasificarán en distintas categorías en función de su capacidad productiva con el objeto de modular el nivel de exigencia de requisitos en cada caso”.

Es aquí que se impone el concepto de la capacidad máxima “con el objetivo de conseguir un desarrollo armónico y ordenado del sector, basado en la sostenibilidad en todas sus acepciones”.

Curiosamente, lo que aquí sería considerado por muchos productores como “un ataque contra la iniciativa privada” o incluso un rebrote del comunismo estatista, allá en España provocó una reacción adversa de algunas entidades agropecuarias. La COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) por ejemplo, advirtió al comenzar el debate que la propuesta del Ministerio de Agricultura para fijar un límite de 850 UGM era excesivo y por eso recomendaba -si la idea era defender las explotaciones tradicionales- un límite de 180 UGM (180 vacas o 450 terneros) por explotación.

jaja

A los grandes establecimientos ganaderos también se le achacan los males ambientales más diversos, como las emisiones desmedidas de metano o la contaminación de las aguas. Por eso de esta discusión no podía estar exenta la filial española de Greenpeace, que festejó los límites ni bien se conoció el nuevo decreto. La organización se había opuesto especialmente todos estos años a la construcción de un enorme tambo de la empresa Noviercas, en Soria, que tenía previsto albergar a más de 25.000 vacas lecheras y que ahora deberá abortarse.

“Hoy es un gran día. Por fin, el faraónico proyecto de macrogranja que Valle de Odieta quería construir en Noviercas, debe ser desestimado definitivamente”, declaró Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace. “Han sido más de cinco años trabajando para frenar esta macrogranja y por ello desde Greenpeace aplaudimos la normativa aprobada hoy por el Gobierno”, agregó.

Lee también: SALERS, BOVINOS ADAPTADOS AL VERANO E INVIERNO QUE DAN UN TERNERO AL AÑO

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