TREGAR es una de las unidades de negocios, la firma cuenta con otras unidades que están relacionadas todas con el campo.
Mauricio Garín

– La empresa fue creada en los años 40. Casi 80 años de trayectoria, ¿cómo está conformada? ¿Con cuántos empleados cuentan?

– TREGAR es una de las unidades de negocios, la firma cuenta con otras unidades que están relacionadas todas con el campo. La fábrica esta comandada por un directorio, que lo integra la familia García – propietaria de la empresa-. Además, otras 400 personas conformamos esta unidad. La industria láctea es una actividad que genera muchísimo movimiento: por ejemplo, contamos con 330 productores de leche que nos remiten diariamente la materia prima; a estos se le suman transportistas, proveedores, servicios, etc. Esta es una actividad que genera todo un movimiento alrededor que multiplica riquezas. Y es una empresa que tiene un compromiso y una identidad de la gente con ellos muy fuertes, es, para nosotros, una de nuestras fortalezas.

– Es una empresa que nació familiar y se mantiene así

– Así es. Ha reinvertido siempre aquí en la zona y ha crecido en una forma continua, escalón por escalón. Siempre con una estrategia y una fuerte filosofía de la calidad. Es parte de la identidad de la familia, parte de la identidad de la empresa; siempre estuvo la cuestión de la calidad como un tema central.

– ¿Cuántos litros de leche producen por día?

– Hoy estamos cerca de 800 mil litros diarios. En este momento estamos en la época pico que es la primavera. La leche tiene un ciclo, hace un valle, un piso en marzo y abril, y hace un pico en septiembre – octubre, y ahora empieza a declinar un poquito. Son 800 mil litros diarios de leche que procesa. De estos 330 productores, además de la producción de leche propia en los tambos que tiene la empresa en la zona, que son 40 mil litros diarios.

– En cuanto a tecnología, cuando comenzó hace muchos años atrás era solo un tambo, ¿cómo se convirtió en industria?

– La empresa nació con una plantita de quesos a unos 15 km de la fábrica, en pleno campo, ahí ya desde el inicio se fueron agregando productos: crema de leche y dulce de leche. Y en el año ‘98 hubo una inversión muy grande que arrancó años atrás en donde estamos radicados aquí actualmente, que fue para quesos, luego se fueron agregando los yogures, más tarde las leches. Se adquirió la planta de secado, o sea, toda la inversión tecnológica que se hizo desde el ‘98 en adelante es prácticamente nueva. Desde el comienzo fueron quesos y dulces, después en el ‘99 aparece el arroz con leche. Alrededor de 2004 aparecen los yogures y en 2013 las leches fluidas larga vida.

– Tantos años de permanencia en el mercado, han pasado por distintas crisis económicas y por épocas de apogeo. ¿Cómo lo han transitado?

– Eso es un conjunto de factores, nunca es una única causa. El primero que aquí hay gente comprometida y capaz, eso a la empresa le da flexibilidad, adaptación, a veces incluso le permite anticiparse a los cambios y adecuarse mejor a las circunstancias y a lo que vamos viviendo a medida que pasan los años. Después tratamos de interpretar al consumidor de la mejor forma posible, siempre buscamos “un ida y vuelta” con el consumidor para saber qué es lo que está buscando, cuales son los valores que representan, que nuevas necesidades tienen. Por eso queremos ser certeros en esta área.

Por otro lado, al ser una empresa familiar, no puede tener como otras empresas un fondeo externo, como es el canal de las multinacionales, se tiene que arreglar con su rentabilidad. Gracias a Dios es una empresa rentable, siempre fue en busca de nuevas inversiones. Lo que quiero resaltar aquí es que la empresa tiene tecnologías de última generación en todas las líneas, incluso una línea de fórmulas infantiles, que no hay muchos casos en el país. Esto viene de la mano de la reinversión de utilidades. Y, por último, diría que el consumidor nos ha acompañado, que eso no es menor. El consumidor, y -por otro lado- los productores de leche en todo este proceso tienen una parte fundamental, nos han acompañado a lo largo de estos años.

– ¿Cómo hacen ese testeo con el consumidor para saber qué es lo que está buscando y que es lo que necesita?

– Por un lado, están las herramientas tradicionales que siempre se usaron del marketing, pero hoy lo fundamental es la enorme fuente de información que existe en las redes. Allí tenemos un equipo que trata de comunicar lo que queremos decir, pero sobre todo escuchar que es lo que nos dicen, a través de las redes que no pueden administrarse, pero sin embargo si alguien puede escuchar que es lo que el consumidor quiere transmitirle, al menos, a una empresa como nuestra. La verdad que nos ha sorprendido la espontaneidad en ese sentido, hay todo un movimiento orgánico que no está buscado, ni está armado ni nada, hay una espontaneidad muy grande en las opiniones, en las sugerencias. Hay tenemos un feedback muy bueno, y después tenemos contacto directo. Buscamos el contacto personal y directo que nos sirve mucho.

– ¿Qué productos elaboran?, ¿cuáles son exportados?

– Puedo decir que hoy por hoy estamos en todos los lugares de la góndola, en lácteos, no hay una categoría en la no estemos presentes. Dentro de las distintas categorías tratamos de ofrecerle al consumidor varias opciones, llevarle un poco de profundidad a las líneas. Por otro lado, están los productos de exportación. Exportamos quesos, leches en polvo enteras y descremadas, y también suero desmineralizado en polvo. Los destinos de exportación van variando según el producto. También dentro de lo ofrecemos tratamos de orientarnos a nutrición y salud que es una responsabilidad para las alimenticias. A veces las tendencias suponen o se traducen en beneficios auténticos, bueno en ellos tenemos una responsabilidad, hay líneas de producto que hemos lanzado y productos dentro de cada línea que tienen que ver con eso, ¿no?, en eso están los productos para la primera infancia, como la leche deslactosada, el yogurt natural que estamos lanzando, que son productos que tienen menor contenido de azúcares. Para el desarrollo de estos productos contamos con el departamento de Investigación y Desarrollo donde trabajan 30 personas. Todos los proyectos que están manejando tienen en cuenta apuntar a un menor contenido graso y a un menor contenido de azúcares. Además de escuchar al consumidor, debemos hacer el trabajo de darle nutrición y salud.

– ¿Cuál es el rol de los niños?

– Los niños hasta hace pocos años no eran un objetivo, no los teníamos como tal, pero desde hace unos años hasta esta parte dijimos “vamos a empezar a trabajar con la niñez”, teníamos un producto como el arroz con leche, no son precisamente los niños lo que los consumen, pero se los lleva el abuelo, el papá, y a partir de ahí lo pueden empezar a pedir. Por tal motivo, decidimos hacer productos específicos para ellos, fue allí que surgieron las chocolatadas, las bebidas Moou, y también los productos para primera infancia, la línea de leches Peques. Va haber más lanzamientos, incluso el año que viene algunos que están orientados a ellos. Como decía anteriormente, estamos pensando en productos que sean nutritivos y sean buenos para la salud de los niños, para ello hay que poner en marcha la creatividad, ocuparse de desarrollar productos que tengan la indulgencia que ellos necesitan, o sea, productos ricos, que les gusten, que vuelvan a pedirlo, pero que tengan un valor nutritivo y sean saludables. Con los chicos es un gran desafío.

– Para llegar a ese punto de calidad, la compañía debe cumplir con todas las normas de seguridad y de calidad para sus productos.

– Si, las normas son una herramienta importante para detener un sistema de gestión de calidad funcionando, uno puede tener una empresa comprometida con la calidad, eso es lo principal. Hemos obtenido ISO 9001 en calidad y en inocuidad tenemos HACCP, ISO 22000 y ahora hemos dado el salto en algunas líneas FSCC 22000 que es la última norma que se da en leches UAT ya hemos implementado ese proceso, por lo cual siempre vamos por más, no nos quedamos en una capacitación, sino una vez que damos un paso vamos por la norma que sigue.

– La ubicación de la planta, es estratégica para los mercados. ¿Alguna vez se pensó en una mudanza?

– Si, la ubicación tiene importancia desde el punto de vista logístico hablando de transporte. Eso nos permite estar más cerca que otros competidores de algunos mercados, el caso del NEA, algunos mercados de acá del litoral, NOA. estamos en igualdad de condiciones, pero lo fundamental de la ubicación es la cultura dentro de la cual la empresa está inserta. Para nosotros la ubicación es importante, tiene un sentido de pertenencia en esta región, las familias del lugar han hecho un esfuerzo muy grande por sacar esto adelante, un esfuerzo de muchos años, eso se retribuye por parte de la Familia García a seguir creciendo aquí, a seguir aportando al desarrollo.

Mudar la empresa está descartado de plano, quizás en algún momento se analice invertir en algunas líneas específicas en algún otro lugar, siempre y cuando sirva a mejorar la competitividad de la empresa.

– La firma fue reconocida con el Premio Aliment.Ar, una iniciativa de Exponenciar, que integran La Nación, Clarín y el Banco Galicia. De la misma participaron 70 empresas, y TREGAR fue reconocida en la categoría lácteos. ¿Qué significa tal reconocimiento para ustedes?

– Creemos que es una excelente iniciativa privada está de premiar, lo han hecho particulares, para iniciativas privadas de exportación, eso es algo a rescatar. La exportación debe promoverse, debe fomentarse y este es uno de los medios. Para nosotros fue muy gratificante, sobre todo para la gente que está allí oculta y que permanece oculta, y hace un esfuerzo enorme. El año pasado en los embarques de exportación se hizo un esfuerzo enorme de parte de la empresa, y esa gente cuando ve que ese esfuerzo tuvo un resultado, y que además detrás de eso hay un reconocimiento, es muy gratificante. La lechería, por ejemplo, para seguir creciendo en el país necesita de la exportación, que es clave para seguir progresando. Se puede seguir creciendo un poco en el mercado interno, pero donde está la mayor oportunidad es frontera hacia afuera. Muchas veces creemos que los mercados que terminan en la frontera, por el contrario, nosotros creemos que allí empiezan, es un modelo mental que los argentinos tenemos que cambiar. Los mercados comienzan, las oportunidades están, pero fronteras hacia afuera hay un panorama inmenso para aprovechar.

– ¿A qué países exporta la firma?

– Los principales destinos son Rusia, Brasil. Argelia, Chile y Asia. También a una serie de países de África Occidental donde Argentina tiene algunas ventajas logísticas respecto a otros exportadores de leche que hay en el mundo, hay seis o siete países donde normalmente embarcamos. Es decir, estamos en varios países de tres continentes: Asia, África y América.

– ¿Cómo se encuentra la industria láctea hoy?

– La industria láctea está reconfigurándose, precisamente, para poder seguir creciendo en la búsqueda de la competitividad. Hoy hay que competir con el mundo. Acá se están diseñando planes de mediano y largo plazo para lo que es la producción primaria con actores de la producción primaria. En la producción de leche se vienen cambios generacionales, se vienen cambios en la forma de ver el tambo, en la forma de administrarlo. Y la industria láctea lo mismo, hay toda una reconfiguración que creo que de acá a cinco años va a presentar un mapa de la industria distinto al que tenemos actualmente. Insisto, la oportunidad para crecer está, lo que hace falta es ganar en competitividad, crear las condiciones para exportar, por ejemplo. Yo creo que los privados en eso tienen una gran responsabilidad, lo primero es la iniciativa privada, después el Estado tiene que acompañar, tiene que crear condiciones de estabilidad.

– ¿El Estado acompaña en esta nueva regeneración?

– Pienso que lo que le falta al país son políticas de mediano a largo plazo, lo primero que hay que definir es a dónde queremos ir en los negocios. Una vez que definamos la estrategia de dónde queremos ir, entonces después tiene que haber políticas que tengan continuidad para dar un sustento a esa estrategia. Adolecemos de esa continuidad, esa permanencia en el tiempo de las políticas y de las estrategias.

– Es decir, que no se planifica a futuro, se trabaja el día a día

– Exactamente. Para planificar primero hay que saber dónde me voy hacer fuerte y qué condiciones tengo para ser fuerte, y a partir de ahí hacia qué lugar voy a apuntar. Y después tener políticas coherentes y consistentes con esos objetivos que nos hemos propuesto. Creo que eso es lo que le falta a la Argentina y que es una de las causas por las cuales no terminamos de despegar, ni de crecer.

– ¿Cuáles son las acciones de Responsabilidad Social Empresaria?

-En lo medioambiental hay inversiones muy grandes, todo es acorde a los requerimientos de ley, y después hay toda una operación, primero con la comunidad local, las distintas instituciones, como: escuelas, clubes, asociaciones de profesionales, etc. En eso hay un protagonismo de la empresa. Después está la cooperación con Banco de Alimentos, fundaciones y otras entidades. Las inversiones que hacemos son todas para el tratamiento de efluentes, y tratamos de no generar ningún impacto ambiental aquí en la región. Por otro lado, es uno de los aspectos de la relación con la comunidad, o sea, no podemos estar contaminando el lugar donde estamos. Además, en capacitación tenemos una inversión muy importante que se presupuesta todos los años y en eso no solamente es para los empleados de la empresa, sino también para pasantes, que provienen de escuelas de la zona o de universidades de la ciudad de Santa Fe.

– ¿Cómo han logrado el sentido de pertenencia que vos planteás de los empleados?

– Primero, por una relación directa de la familia con la comunidad, a los dueños se los puede saludar, hablar, conversar. Y, también, con una coherencia de conducta, siempre se ha tratado de darle lo mejor a los empleados, y de cumplir con lo que hay que cumplir. Aparte en una localidad chica los comportamientos son visto por todos, eso también es un hecho importante respecto de la identificación de la gente de la empresa.

– En estos últimos 20 años fue el resurgimiento de la empresa

– Si, el concepto que se fue generando de la marca en el consumidor fue empujando a que nos atreviéramos a ampliar, a meternos en negocios donde antes no estábamos. Y bueno a medida que lo hacíamos teníamos una buena respuesta, los yogures en su momento fue una duda de ver cómo iba a resultar, a impactar en el mercado y a raíz de la respuesta que obtuvimos tuvimos que ampliar la línea, tuvimos que ampliar capacidades. Los mismo paso con las leches, comenzamos con leches blancas, tuvimos una respuesta excelente y después decidimos agregar chocolatadas, bebidas lácteas, las formulas infantiles, y la respuesta sigue siendo muy positiva. Bueno ahí estamos frente a este desafío de ver como seguimos respondiendo.

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