Hace 15 años Glenda Hansson vivía en su tierra natal de Cutral Co, se dedicaba a la locución, trabajo que la tuvo como conductora de un programa por varias temporadas, pero el amor la llevó a dejar todo eso atrás y afianzarse enRincón de los Sauces.
“Con mi familia tenemos un mini tambo, me dedico a la parte de lácteos, elaboro quesos frescos y estacionados. Ya hace siete años que comenzamos esta actividad en la localidad de Rincón de los Sauces donde fuimos creciendo en el rodeo”, contó la productora a LMNeuquén.
En la chacra tiene 20 vacas Holanda y ya está en trámite su certificación para convertirse en establecimiento. A esta actividad tambera también le sumó la parte agrícola, ya que además elaboran huevos de campo, de gallinas que no tienen estrés. “Viven en un ámbito muy abierto donde se pueden desplazar, tenemos 500 aves ponedoras”, aclaró.
Esta mujer que hoy se la ve de boina y pantalones de campo, dejó atrás los tacos de la ciudad para encarar una nueva vida de la que está enamorada.
Desembarco en Rincón de los Sauces
“Yo estuve 13 años en medios de comunicación, protocolo y ceremonial, me gustaba mucho estar arriba de los escenarios, y también conduje por muchos años un programa radial que se llamaba Se nos viene la noche”, recordó la productora ganadera que hoy tiene 41 años.
Por aquellos años se enamoró del que hoy es su esposo, Javier Mesplatere, quien tenía una chacra con pastoreo en Rincón de los Sauces y luego de viajar de una ciudad a otra, ella decidió cambiar de vida y apostar a la familia.
La pareja tiene tres hijos, Alejo de 17 años, quien también se dedica al tambo con su mamá; Angelina, de 12 años, quien se dedica a la alimentación de los terneros; y Umma, quien a sus 9 años se encarga de darle de comer a las gallinas y recolectar sus huevos. Todos además de colaborar con las tareas del tambo van a la escuela.
“Esto es un emprendimiento familiar, si bien yo estoy a la cabeza de La Soñada, todos colaboran, sino no se podría llevar adelante. Es una tarea que requiere mucho esfuerzo”, contó.
Antes de que aquella chacra con pasturas se convierta en este pequeño tambo que es ahora, Glenda se capacitó para ser productora ganadera y para llevar adelante la producción quesera, para la que cuenta con una certificación nacional.
“Pasé de estar todo el día de taco y maquillada a tener una vida de boina y botas y la verdad que me encanta. La tranquilidad que te dan los animales no tiene precio, no tiene precio vivir acá”, compartió.
Los desafíos de la producción en el campo
Una vez instalada en Rincón de los Sauces, el marido de Glenda le preguntó si le gustaría tener una vaca. Y así fue como llegó la primera, Aurora. Y a este imponente animal de 600 kilos había que ordeñarlo.
A principio para Glenda fue un poco difícil, le tenía algo de miedo. Pero en poco tiempo aprendió de esta noble tarea y hoy sabe distinguir muy bien que “ordeñar no es apretar una ubre y tirar, sino que hay que realizar un suave masaje para sacar la leche”.
Este pequeño tambo está ubicado en el mismo terreno donde esta familia tiene su casa y las tareas allí comienzan muy temprano en la mañana. El primer ordeñe arranca a las 5.30 y aún no cuentan con un espacio cerrado para hacerlo, así que esta tarea artesanal la realiza al aire libre. “En invierno se hace crudo”, se lamentó.
Si bien ese momento en que Glenda le saca la leche a la vaca puede durar unos 10 a 15 minutos, los preparativos tardan mucho más. Ella se dedica a limpiar el espacio y generar un ambiente tranquilo para que la vaca no tenga sobresaltos y pueda brindar su alimento. Por la tarde, esta tarea se repite 12 horas después, a las 17.30.
“La elaboración que hacemos acá es una producción láctea de alta calidad, basada en las buenas prácticas de ordeñe y ganadera”, destacó con orgullo.
Ventas de quesos en tierra de petróleo
La chacra La Soñada tiene un espacio para la venta donde mucha personas de otras ciudades y provincias la visitan. Rincón de los Sauces, tierra del petróleo en Neuquén cobija a muchos trabajadores del área provenientes de diferentes lugares como Chos Malal, Plaza Huincul, Centenario, Plottier, entre varios.
Allí Glenda ofrece quesos frescos, queso natural y quesos saborizados, queso estacionado. Tiene quesos con ajíes, ajo y perejil, parrillero y el más buscado es el de cebolla y orégano.
“Ahora estoy tratando de innovar con un queso de vino y un queso de cerveza. Aún no los terminé pero voy a seguir probando”, contó entusiasmada.
También produce dulce de leche, que Glenda aseguró que le sale muy parecido a unos postrecitos que se venden en los supermercados, yogurt y huevos pastoriles, de una gallina que no tiene stress.
La producción por ahora es pequeña, y solo se vende en la localidad, aunque las ganas de crecer siempre están y Glenda tuve recientemente un incentivo más.
Fue elegida como una de las tres mujeres empresarias y emprendedoras que representarán a Neuquén en el Certamen Nacional de Distinción de Mujeres Empresarias y Emprendedoras, en el que Cámaras Empresarias de todo el país postulan mujeres que por su desarrollo y virtuosismo profesional, productivo y emprendedor se destacan en sus comunidades.
Premio
El sector de Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (MECAME), de la que Federación de Entidades Empresarias Neuquinas (FEEN) forma parte, es el organizador de este concurso. El objetivo es visibilizar las tareas que ellas realizan en cada rincón del país que ennoblecen la pujanza del sector.
En Neuquén fueron 19 las postulantes quienes participaron de un encuentro que se llevó a cabo el 25 de noviembre en la Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Producción de Villa La Angostura. Y Glenda se convirtió en una de las tres distinguidas de Neuquén, junto a Cinthia Zapata con su empresa Cinthia Cristal de Cutral Co-Plaza Huincul y María Teresa Stowhas, con su emprendimiento de productos a base de piñones, Huerquén.
Las tres mujeres representarán en marzo de 2024 a la provincia de Neuquén en la Distinción Nacional que realizará el sector Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la mediana Empresa en la ciudad de Buenos Aires, donde se expondrán a las elegidas de todas las provincias de Argentina.
“La verdad que me asombra esta distinción, me permite seguir haciendo conocida, brindar mi experiencia y que otras mujeres se sientan representadas. Es una satisfacción de llevar adelante ideas para las que uno trabajó muchos años”, compartió Glenda.
Para esta productora del interior de Neuquén que reconozcan su labor “hace a la identidad de las mujeres rurales”. “A pesar de tantas adversidades culturales, climáticas y sociales la participación nos visibiliza y me da esperanzas de poder iluminar a otras mujeres quienes también dedican su vida en la ruralidad”, afirmó la mujer que está orgullosa de hacerle un lugar a la producción ganadera y agrícola en la tierra del petróleo.