La leche, así como la mayoría de productos agropecuarios ha presentado un aumento en su precio. Según cifras de la Unidad de Seguimiento de Precios de Leche, del Ministerio de Agricultura, el precio promedio por litro de leche pagado al productor se ubicó en $1.342 en septiembre. Esto representa un alza de 10% si se compara con la media de enero ($1.220), y se calcula que sería hasta $1.350 en el cierre de registros de noviembre.
Entre los motivos para este crecimiento del precio se encuentran los altos costos de producción, los cuales, según Fedegan, han subido 40%. A su vez, las materias primas, como los concentrados y los balanceados han presentado alzas entre 20% y 50%, según cifras del Ministerio de Agricultura.
Estos fenómenos causaron que el Consejo Nacional Lácteo (CNL) decidiera, como medida extraordinaria, aumentar en 7% el valor de los gramos de proteína, de grasa y de sólidos totales para la leche cruda. Esto se suma al incremento de 3,54% de estas mismas categorías en marzo.
Estos incrementos al pago promedio al productor por litro de leche, han impactado, consecuentemente, al consumidor. Ernesto Fajardo, presidente de Alpina, dijo que “todo el sector ha tenido que hacer ajustes en sus precios para poder recuperar parte del aumento de la leche. Absorber el aumento de 7% es prácticamente imposible, entonces tuvimos que subir nuestros precios”.
El consumidor, entonces, no solo se vería afectado por el precio de la leche, sino también por un posible desabastecimiento del producto. Al menos así lo aseguró la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche (Asoleche) en un comunicado publicado la semana pasada, allí dicen que la producción del sector presenta un faltante de 1,6 millones de litros de leche al día. “Quisimos expresar nuestra grave preocupación ante el panorama actual que estamos viviendo en el sector lácteo colombiano”, dijo Juan Sebastián Bargans, presidente de la Asoleche.
Según la Asociación, la producción viene en caída durante los últimos meses del año y se enfrenta a las heladas en el primer trimestre de 2022, por lo que mantienen que “los colombianos se podrán enfrentar a posibles desabastecimientos”.
Esta, sin embargo, no es la realidad para todos los sectores. Ricardo Arenas, consultor de encadenamiento lácteo de Fedegan, sostuvo que “al país no le hace falta leche, le faltan buenos canales de comercialización, encadenamientos y mejorar costos en producción y eficiencias en procesamiento industrial”.
Según cifras del Dane y del Ministerio de Agricultura, la leche cruda tuvo una tasa de crecimiento de 4,2% en el tercer trimestre de 2021, a comparación del mismo periodo en 2020.
Para Arenas, los datos de Asoleche son diferentes, pues las cifras no concuerdan con las “oficiales”.
Frente a este debate, el viceministro de Asuntos Agropecuarios, Juan Gonzalo Botero manifestó que, por el momento, no se puede hablar de desabastecimiento en la industria láctea pues la caída de la producción por el clima es “cíclico y estacional”.
De acuerdo con un balance de MinAgricultura, 43% de la leche producida se comercializa por canales informales. Esto quiere decir que en 2020, año en el que se produjeron 7.200 millones de litros, alrededor de 3.096 millones de ellos fueron negociados en el mercado informal por actores como los cruderos, quienes compran y venden leche a precios más bajos. La industria, por lo tanto, solo estaría procesando un poco más de la mitad de lo que se produce anualmente, según Botero.
Por tal motivo, pese a que fuera cierto que la producción se ha reducido, como ha asegurado Asoleche, el viceministro dice que la situación “no es tan dramática como la quiere hacer ver la industria”.
A lo anterior se suman siempre nuevos ejes de debate, como el nivel de productividad de leche por vaca en Colombia y la limitación tecnológica para los pequeños productores.
LOS CONTRASTES
Juan Sebastián BargansPresidente de Asoleche
“Para que cada colombiano consuma 170 litros de leche al año, como lo recomienda la FAO, con producto nacional, hay que pasar de producir 7.200 millones de litros a, al menos, 8.500 millones”.
Juan Gonzalo BoteroViceministro de Asuntos Agropecuarios
“De la recomendación de la FAO a la realidad hay mucho trecho. La producción nacional es suficiente para satisfacer la demanda nacional”.