Todo el mundo sabe que el Sector de la Producción Primaria de Leche, desde hace aproximadamente 14 meses, viene con ingresos insuficientes, desmejorados por decisiones macroeconómicas (Valor Soja Versión I y II) que alteraron y profundizaron la delicada relación, agravada hoy por la extrema sequía que es transversal a todas las actividades agropecuarias.
Y a pesar de este reconocimiento, a media mañana del 2 de febrero, con estupor, muchos productores recibieron en sus teléfonos celulares el siguiente mensaje: “Comunicamos que la empresa XXXXXX informa que quedó desestimado el precio anunciado y fijado el lunes 30-01- 23 para la producción del mes de enero/23, por un nuevo valor, siendo este de $67,50 por litro remitido”.
Literalmente, la baja es de $ 2,00 (según industrias) por litro de leche vendido a la Industria Procesadora.
Los celulares de los Dirigentes de la entidad se llenaron de múltiples mensajes de quejas, incentivando a la institución a que organice manifestaciones ante tal situación.
Es más, siguen declamando los beneficios que les otorgarán a los pequeños y medianos productores con el Programa “Impulso Tambero”.
• ¿Serán las industrias que participan en el Programa “Precios Justos” ?, como lo expresa una publicación bajo el título “Conflicto Lechero”, en el diálogo imaginario entre el S.C.I. y un industrial. Nos respondemos: es muy probable.
Ya pasó entre los años 2006/2007, pero como no tenemos certeza, seguimos en el terreno de lo hipotético.
• ¿Fuimos cordobeses y santafesinos quienes, desde el Acta firmada en San Francisco el 08-05-03, que no supimos o no pudimos convencer al resto de nuestros colegas dirigentes de que la lechería argentina debe tener reglas claras para que tenga previsibilidad, como lo tienen las lecherías pujantes en otros países, ajustadas a la idiosincrasia y necesidades de los mismos? Libertad total de movimientos, pero dentro de la cancha delimitada. Nos contestamos: es probable que hayamos fracasado.
• ¿Será que no conocemos que detrás de la expectativa de faltante de leche para los próximos meses, grandes industriales comenzaron a “robarse leche” (terminología que se utiliza en nuestro medio) y recalentaron el mercado? Nos respondemos: es probable que ello ocurra. Ya sucedió en otras oportunidades en situaciones similares.
• ¿Será que los objetivos y funciones del PEL, hoy FUNPEL, creado hace aproximadamente 19/20 años, deben ser revisados y/o dejar de existir, por no haber logrado el tan ansiado objetivo de llegar a los 18.000 millones de litros de leche? Nos contestamos: seguramente hay que reformularlo o pedir su disolución.
• ¿Será que el primer responsable del área a nivel nacional y luego todo el equipo de la Secretaría de Agricultura, se durmieron y olvidaron que está vigente la Resolución 229/16 (criticamos el contenido de Pago por Calidad), que expresamente en un artículo dice: “Los precios de kg de grasa y proteínas y las fechas de pago deberán ser cargados antes del quinto día hábil del mes en curso de entrega de leche, y solo podrán modificarse estos valores cuando los mismos mejoren a los informados” A pesar de que los precios no son informados como la Resolución indica, lo hacen a fin de mes, cuando ya hemos entregado toda la producción y la industria procesó y vendió.
Ante tal situación, nos preguntamos: ¿enviaremos carta a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de La Nación, para que obligue a las industrias a cumplir el compromiso asumido, precio informado, precio a pagar? ¿Pediremos sanciones? ¿O deberemos iniciar acciones legales para tal fin? Nos contestamos: lo estudiaremos con especialistas en el tema.
• ¿Será la combinación de todos los puntos planteados? Nos respondemos: seguramente. La Cadena Láctea Argentina, si bien no es la que mayor facturación tiene respecto a otras actividades, está en el Ranking de las que mayor mano de obra directa e indirecta generan y las que mejor distribuyen el ingreso. Con lo cual, cumple fielmente lo que declama este Gobierno, que dice ser Nacional y Popular. A nuestro humilde entender, esta gota rebalsó el vaso.