La cooperativa láctea SanCor se encuentra al borde del cierre, sumida en un enfrentamiento crítico con Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), que no cede en sus demandas. A casi dos meses de iniciado el conflicto, la empresa enfrenta la posibilidad de desechar miles de litros de leche, incapaz de procesar el producto.

El gremio exigió el pago completo de salarios, un aumento y los correspondientes aportes gremiales. En tanto, la cúpula de SanCor denunció aprietes sindicales que podrían resultar en la reducción de más líneas de producción. Se estima que la deuda asciende a unos US$ 380 millones.

En este contexto, la directiva de SanCor alertó sobre la saturación de su capacidad de conservación de materia prima y anticipó el vertido de cientos de litros más de leche.

Asimismo, los trabajadores de Sancor, decidieron tomar medidas legales ante el presunto desvío de fondos destinados a aportes de jubilación. Más de 400 empleados se reunieron en el estacionamiento de la planta Sunchales, donde la doctora Mariana Oroño informó sobre la situación y delineó los pasos a seguir para presentar denuncias penales.

A su vez, esta iniciativa de los trabajadores no se limita a una sola planta, sino que se replica en todas las instalaciones de Sancor. Los empleados exigen que los responsables de esta situación rindan cuentas ante la Justicia y expliquen el destino del dinero retenido para aportes jubilatorios. La magnitud de la movilización reflejó la gravedad de la situación y la determinación de los trabajadores por buscar justicia y transparencia en el manejo de los recursos.

En tanto, la tensión entre ATILRA y SanCor se intensificó con las advertencias de la cooperativa láctea sobre la interrupción de la elaboración de diversas líneas de productos debido a la continuidad de las medidas de fuerza. SanCor señaló que estas acciones, promovidas encubiertamente por ATILRA, afectarán inevitablemente a las demás plantas si persisten.

Por último, la cooperativa emitió un comunicado reciente en el que acusó a ATILRA de paralizar la actividad productiva y comercial durante 40 días, utilizando la “regularización de cuestiones salariales” como excusa.

La compañía sostuvo que el verdadero motivo detrás de las acciones del gremio es la frustración del proyecto del Fideicomiso de Administración impulsado por ATILRA junto a empresarios, señalaron que carecían tanto de la capacidad económica como de gestión para llevar a cabo dicho proyecto.