Desde Mar y Sierras indicaron que el modelo argentino es una máquina de generar pobreza. El tambero recibe hoy 12 pesos por un bien que en góndola promedia los 50. Lo mismo está sucediendo con los cítricos y la carne.
El Eco

Estimaron que si la población sigue en aumento y la productividad de leche sin crecer, como desde hace 15 años, podría llegar a haber desabastecimiento en algún momento.

El aumento del valor de los alimentos en góndola no necesariamente equivale a que el productor comience a percibir más ingresos, y mucho menos ocurre en el sector lácteo. Los eslabones intermedios que forman parte del negocio de producción de alimentos incrementan cada vez más sus ganancias, en detrimento de los productores, que además de recibir un bajo precio por su materia prima, sufren los embates de una economía con sus principales variables en rojo.

En este sentido, Santiago Peyré, presidente de la Cuenca Mar y Sierras, contó en el programa Buenas y Santas de Tandil FM (104.1) que hoy por litro de leche están cobrando 12 pesos, cuando claramente en los supermercados el importe es mucho mayor, ya que el promedio ronda los 50 pesos. “Esto viene pasando hace un montón de años y es bastante feo para nuestra economía como argentinos”, sostuvo, haciendo alusión a que es normal que en todo el mundo desde el campo a la góndola los montos se dupliquen, pero aquí se disparan abruptamente y hasta se quintuplican.

Según consideró, en estos incrementos hay una porción importante de impuestos y de “ineficiencia en la cadena”.

“Nosotros siempre decimos que eso es una fábrica de generar pobreza, porque no puede ser que por lo que debería valer dos pesos tengas que pagar cinco, y no estamos hablando de bienes de lujo sino de comida”, conceptualizó.

Además, con respecto al consumo de leche y sus derivados, afirmó que han notado una baja, sin embargo advirtió que como productores no lo sienten y que se ha debido principalmente a que hubo una merma en la oferta de lácteos.

Cierre y desabastecimiento

Hace varios años consecutivos que la renta al capital en forma de tambo no es aceptable o negativa, entonces lo que estaba pasando es que muchos propietarios decidieron salir del negocio. Al estar achicándose la cantidad de establecimientos en todo el país es que hay menos litros totales, con una caída de aproximadamente el 15 por ciento en la producción global.

“Es una pena porque Argentina es uno de los pocos países que no tiene problema con el abastecimiento de leche, pero de a poco nos estamos dirigiendo a tenerlo”, lamentó.

En esta línea, reveló que en los últimos 15 años la elaboración se ha mantenido o achicado, pero nunca ha crecido; por lo que analizó que si esta tendencia se mantiene y la población continúa en aumento, podría llegar a suceder el desabastecimiento en algún momento. “No es por falta de capacidad productiva, sino por la inexistencia de un atractivo en el negocio”, aseveró.

Tal como estimó Peyré, el sector lechero ha sido tan castigado en los últimos años porque tiene como principal problema la ausencia de un mercado institucionalizado para colocar su producción, entonces va negociando generalmente con pocos compradores.

Asimismo, destacó la particularidad de que se trata de un producto que no se puede decidir si venderlo o no, como pasa con la soja por ejemplo, ya que inevitablemente se genera todos los días y es necesario ubicarla sí o sí. Esto se reduce a que los tamberos terminen estando a merced de lo que logren conseguir en el momento.

Aseguró que esto es lo hace finalmente que el negocio sea interesante. “Es una actividad que además de requerir un montón de capital, demanda mucho trabajo, y si la ecuación entre capital y trabajo no es atractiva para los que lo llevan adelante, tienden a retirarse”, explicó, deslizando que es lo que está pasando actualmente.

A raíz de este fenómeno, cabe destacar que el impacto que genera es aún más abarcativo, ya que termina repercutiendo en varias empresas proveedoras e industrias que dejan de contar con los ingresos de ese tambo.

Otros productos desfasados

Según un relevamiento divulgado recientemente por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), a la hora de pagar productos agropecuarios, la diferencia entre lo que desembolsa el consumidor y lo que recibe el productor creció un 2,3 por ciento entre febrero y marzo.

En el informe detallan los cinco productos que registran las mayores diferencias, posicionándose en primer lugar la naranja, que exhibe una diferencia de casi 16 veces, mientras que mandarinas y peras ascienden a 8,9 y 8,3 respectivamente. Por último, están los limones con 7,5 veces y las manzanas, con 7,2 veces.

En el caso de las naranjas, la entidad informó que mientras el productor recibe 2,8 pesos por kilo, en los puntos de ventas se comercializa a un promedio de 42,6. En marzo, el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) agrícola subió dos puntos, llevando su brecha a 5,75 veces, 18,3 por ciento mayor a la del mismo mes del año pasado.

El IPOD ganadero, en tanto, subió 4,5 por ciento, ubicándose en 3,72 veces arriba; principalmente debido a una recomposición del precio en góndola de las carnes de cerdo y novillito.

En el caso de las carnes también se registran diferencias, en un contexto de fuerte incremento de precios de los cortes bovinos. Así, mientras que por kilo de novillo los productores reciben 60,8 pesos, en las carnicerías se paga 257,8, que representa una diferencia de 4,24 veces. Por el lado del porcino, mientras en origen el kilo se paga 44,8 pesos, en destino se comercializa a 226,2, o sea 5,05 veces más.

Inflación récord

A raíz del informe mensual del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) se confirmaron todos los pronósticos, ya que la inflación de marzo se ubicó encima del cuatro por ciento y acumula un alza del 11,8 desde enero, debido a la incidencia de los aumentos

Además, el índice de precios minorista del primer trimestre del año superó el 11 por ciento, lo que equivale a la mitad de lo incluido en el Presupuesto 2019, que es del 23. Mientras que se registra un incremento interanual del 54,7 por ciento.

La inflación acumulada entre noviembre de 2015 y noviembre de 2019 surge de, además de calcular el IPC que ya se conoce, asignar a los meses de marzo en adelante los aumentos previstos. Así es que desde noviembre de 2015 hasta marzo de este año, el índice de precios registró un alza de 198 por ciento, con máximos de 394 en vivienda y de 271 en transporte.

En este sentido, ya el Gobierno nacional adelantó la aplicación de medidas para reactivar el consumo que tienen que ver con el relanzamiento de Precios Cuidados, como así también congelamiento de precios de alrededor de cincuenta alimentos de la canasta básica por seis meses.

Números de la lechería

140 tambos en la Cuenca Mar y Sierras hasta hace cinco años

110 establecimientos actualmente en la zona

12 pesos el litro de leche al productor

50 pesos promedio el mismo producto en góndolas

15 por ciento disminuyó la producción de leche en el país

Te puede interesar

Notas
Relacionadas

Más Leídos

Destacados

Sumate a

Mundo

Seguinos

Suscribite a nuestro newsletter