-Una severa sequía está impactando fuertemente en las principales cuencas lecheras del país.
Estamos rezando, para que la lluvia acompañe los maíces de segunda o tardíos, y se logren buenas reservas. Desde julio del año pasado en adelante, se complicó el clima por seca y las elevadas temperaturas; y se incrementaron los costos en la época de mayor gasto para el productor, y cuando por la caída estacional en la producción, se achica el cheque de la leche.
En algunos casos las alfalfas aseguraron parte de la alimentación y permitieron hacer rollos y mega fardos.
-La seca nos tiene a mal traer hace un buen rato, pero no es la única piña que recibió el productor lechero. Hablemos del programa Dólar Soja y lo que le causó al sector.
Los costos se incrementaron, pero claramente el mayor impacto se genera a partir del dólar soja 1 y 2. Se encareció el alimento para los rodeos y afectó a una gran cantidad de productores que desarrollan su actividad en campos alquilados.
Claramente es una medida excepcional producto de la situación macroeconómica del país, que deviene de un alto nivel de endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, la pandemia y este mal argento que nos atraviesa desde siempre: la inflación.
El Ministro Massa, se hizo cargo tomando una brasa en las manos y está haciendo todo lo posible para ordenar la macro y atender la micro, con una hoja de ruta bien definida, que debemos y deberían apoyar todos, cada uno desde el lugar que nos toque, por el bien de nuestra gente y nuestra Argentina.
-El golpe no fue para todos igual, hay una clase tambera que se extingue, mientras nos piden que apoyemos un “plan definido” que parece haber sido diseñado por personas ajenas a las particularidades de la lechería.
Cuando se anunció el Dólar soja 2, en el mismo acto se anunciaron las compensaciones a los sectores donde se generarían asimetrías, como el avícola, el porcino y el lácteo, y también se dijo que se revisarían los derechos de Exportación. Así nació el Impulso Tambero.
-Todavía no juntamos los platos rotos de la primera y segunda edición del Dólar Soja y ya empezamos a escuchar sobre una tercera.
En estas últimas dos semanas, consultores, periodistas y algunos economistas están operando a favor, y dan por cierto un Dólar Soja 3, dando incluso hasta la franja de cotización…¡¡de locos!!
Paren un poco muchachos, porque de ser así, se llevan puestos a muchos productores que trabajan en campos alquilados, además de planchar el crecimiento de la producción. ¡Ojo con esto! A mí no me consta que el Ministerio de Economía tenga en carpeta esta versión de Dólar Soja 3.
-¿Y si la tuviera?
Si fuera así, como Estado Nacional, tendríamos que mejorar los tiempos para compensar al sector y hacer una diferencia especial para ese casi 60 % de productores que crece y desarrolla la actividad en campo alquilado. De lo contrario, implosionaría el sector y se profundizaría la concentración, y eso no es para lo que hemos venido a trabajar, no lo haremos nunca.
-Sabemos que la lechería en Argentina es rentable, sin embargo los más chicos no se sostienen.
Nosotros trabajamos para el arraigo, para la ruralidad, para el valor agregado en origen. Venimos de un récord histórico de exportaciones por 1700 millones de dólares, divisas que tanto necesita nuestro país. Tres años de crecimiento en producción, liderando el ranking mundial 2 años seguidos.
Con fuertes niveles de inversión en el sector de la producción, en bienestar animal, robótica de ordeñe, instalaciones, y en el sector industrial, invirtiendo en tecnología, final de línea, más automatización, silos y logística.
-La inversión viene, necesariamente, de la mano de la financiación.
Está claro y más en este contexto que es prioritario contar con Financiamiento, y a tasas convenientes. Es más, estamos convencidos que debería existir un Financiamiento en valor producto.
El Banco Nación y El BICE lideran el Financiamiento al sector, también el FONDAGRO con bonificación de tasas, en acuerdo con bancos de provincias. Lo mismo, el FONDEP y el programa de ANR.
En el 2022, el BNA prestó al sector $10.300.000.000.
Diferentes programas como el de Crédito Argentino CreAr, lanzado por el Ministro Massa por $500.000 millones o CoopAr de nuestra Secretaría, enfocados en un sector estratégico como el Cooperativismo Agroindustrial.
-¿Son “justos” los precios justos? ¿O son una herramienta que presiona a una economía ya bastante lastimada, para dibujar números que alejen a las estadísticas de las cifras reales?
Nosotros estamos convencidos de que debe existir un programa como Precios Cuidados, y ahora Precios Justos, que permita a nuestra gente acceder a un mix de productos con precios de referencia. Es más, creemos que los precios deben ser a partir de la salida de fábrica para neutralizar los excesivos márgenes del sector comercial.
De hecho, en nuestra experiencia de acuerdos lo hemos trabajado así. También creemos que hay que monitorear y hacer sintonía fina con los costos de algunos insumos y servicios del sector de la producción y la industria.
-El aumento de 7% sobre el que se retrocedió en menos de 24 hs, en las que de todo se dijo, pero sobre todo se habló de una extorsión del gobierno a la industria para que no se exceda el 4%, fue un escándalo.
Respecto al precio al productor, te digo lo siguiente, estamos en la peor relación Litro de Leche vs Kilogramos de Soja y Maíz. Y el sector Industrial es consciente de esto y por ello acompaña mes a mes con el precio al productor, sobre todo en contexto de seca y caída estacional.
El precio va ir mejorando, la ecuación 1 Kg de Soja igual a 1 Litro de Leche. la veo más difícil en el corto plazo.
-La informalidad es competencia desleal, y no hablo del chiquito que araña las monedas para que le cierren los números, hablo de gigantes que tiran abajo el precio de la leche al productor con estas prácticas.
Lamentablemente ha crecido la informalidad y definitivamente es un problema para el sector lechero y para el Estado.
La semana pasada en el ámbito de la Secretaría tuvimos reuniones entre diferentes áreas para abordar esta problemática.
-Volviendo al Impulso Tambero ¿cómo funcionó en la práctica?
Una vez publicado en boletín oficial, dimos respuesta como mesa de ayuda para facilitar la inscripción de los productores. Terminada la inscripción el día 7 de febrero, al día siguiente entregamos un informe completo al Secretario Bahilo, con todos los detalles de la segmentación de tambos de menos de 1500 lts y de 1500 lts hasta 5000 lts y por provincia.
Entiendo, que ni bien termine cruce de información con AFIP, el Secretario dará a conocer la información y las fechas de pago.
-Massa anunció el 25 de noviembre las medidas ¿Cuánto más hay que esperar? ¿La Liquidación Única no es herramienta suficiente para no tener que cruzar información con la AFIP?
El Programa fue presentado el 6 de enero en Villa María por el Secretario Bahilo y el Ministro Massa. Tiene previsto compensar por 4 meses y por más de 9100 millones de pesos.
-La lechería del pasado y la del futuro ¿Qué define a una y a otra?
La lechería Argentina tiene un enorme potencial y una gran oportunidad con una macroeconomía más estable y con programas de política pública, con presupuesto asignado, para trabajar cuenca por cuenca, provincia por provincia.
Promover la articulación pública y privada de esta estratégica economía regional. Se puede producir a lo largo y ancho de este bendito país. El sector en estos 3 años creció en producción y exportaciones. De los principales países lecheros del mundo, Argentina y Sudamérica tienen una enorme oportunidad.
-Y la lechería del presente ¿está en crisis?
Primero no comparto que sea una crisis, tenemos muy en claro lo que es una crisis en el sector, de quebranto y salida de productores, cierre de industrias y despido de trabajadores como la del 2001 y 2002 o las inundaciones y 18 meses sin rentabilidad del 2017 y 2018.
– ¿Y en cuanto a lo institucional? Hablemos de la representación de las entidades, producción e industria.
Respecto de la representación sectorial, quisiera llamar a la reflexión y a la unidad del sector.
La crisis de institucionalidad, muchas veces es fruto de egos personales o de intereses puntuales de algunos actores, no permiten tener una institución de formato privado/ público, como un Instituto de Lácteos de Argentina, que pueda transmitir un mensaje claro y contundente respecto de las reglas, de la visión de la cadena a corto, mediano y largo plazo, que nos permita, trabajar con una agenda en la sostenibilidad, social, ambiental y económica para consolidar el crecimiento en producción y exportación.
Las permanentes contradicciones desde adentro de la cadena, “hay que abrir las exportaciones y eliminar las retenciones versus, hay que cerrar las exportaciones o subir retenciones y generar un esquema de subsidios o intervenciones”, más las “operaciones” para que esto suceda en beneficio de uno o un puñado de actores… Y así podemos seguir un rato.
Esto no ayuda, y debilita la posición del sector y la cadena láctea como tal, para llevar adelante negociaciones, propuestas, reclamos que sean conducentes y favorezcan a la mayoría, y que trasciendan a funcionarios de turno y se definan como política de estado.
Retomar el camino de la institucionalidad, apoyar las instituciones existentes o las que sea necesario crear, llenarlas de contenido y en especial, garantizar la participación de todos los actores para dar las discusiones adentro, teniendo la humildad de saber que no se puede imponer una idea y si no me gusta, me voy.
El consenso es el camino, la empatía, la generosidad de saber escuchar los fundamentos de las otras posiciones, es lo que va a contribuir a mejorar la institucionalidad de nuestra querida actividad y seguro nos va permitir levantar, a todos juntos la bandera de la Lechería Argentina, aquí y en todo el mundo.
Somos ejemplo en muchas cosas y esta es la pieza que le falta al sector lechero para despegar de manera definitiva.