El presidente de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (CONFENAGRO), Eric Rivero, calificó el 2019 como un año sumamente difícil para la producción agrícola y ganadera del país, y para toda la actividad económica, ya que se produjo una reducción del consumo general y una baja en la economía.
Afirmó que esa situación estuvo acompañada de un aumento de los precios de los productos, y las masivas importaciones de alimentos, lo cual es un indicador de serias dificultades económicas para la producción nacional.
Rivero consideró que el 2019 fue también un año de pésimas relaciones entre los sectores público y privado, “alentado por la actitud prepotente del actual ministro de Agricultura, Osmar Benítez, quien se ha dedicado a indisponer a todo el sector productivo con la gestión del Presidente Danilo Medina”.
Indicó que la desaceleración de la economía se refleja en que no se alcanzará la meta de crecimiento económico proyectado por el gobierno en 5.25%, y por la CEPAL de 5.5% al año 2019, cuando el avance obtenido fue de 4.8% entre enero y octubre, mientras que en el 2018 la cifra de crecimiento económico alcanzó un 7%.
“Además de la desaceleración general de la economía, el sector agropecuario se ha visto afectado por el aumento de todos los insumos, producto de la inestabilidad del mercado de divisas, que se ha disparado este año hasta 53 pesos por un dólar, escaseándose en el mercado”, explicó Rivero, también presidente de la Asociación Dominicana de Productores de Leche (Aproleche).
Indicó que otra de las variables que más afectó la producción en 2019 fue la prolongada sequía, que empezó en 2018 y se prolongó hasta finales del presente año, afectando severamente los rubros agrícolas, muy en especial la ganadería bovina en las regiones Sur y Noroeste, y que debido a ello los productores vieron mermados sus márgenes de ganancias.
Pérdidas de subsectores
El dirigente agropecuario aseguró que, además de las pérdidas generadas por la sequía en el sector agrícola, varios subsectores fundamentales de la pecuaria sufrieron graves pérdidas en este año.
“El primero de ellos fue el subsector avícola, el cual fue afectado por la gripe aviar, generando pérdidas millonarias para los productores, y el segundo el de productores de leche, que se manifestó durante todo el año solicitando un reajuste en los precios del alimento, lo cual no fue respaldado por el actual ministro de Agricultura”.
De igual manera, los productores de huevos resultaron severamente afectados por la falta de planificación y por el aumento de la producción, provocado por los permisos del ministro de Agricultura, “lo cual provocó que el huevo se vendiese por debajo del costo de producción durante todo el año”.
Otros productores que presentaron problemas fueron los de rubros como cebolla, café y cacao, el primero producto de las importaciones y los segundos por la caída del precio internacional y la sequía, respectivamente.
Escalada de importaciones
Para CONFENAGRO, el grave mal que afecta República Dominicana es la tendencia importadora de las clases citadinas, las cuales con el respaldo de los funcionarios se ha enquistado como una cultura del negocio y de la riqueza fácil. “Lamentablemente para Confenagro, el 2019 fue un año aciago para la producción nacional, ya que continuaron las escaladas importadoras de todos los productos agropecuarios”, dijo Rivero.
“Cómo se explica que siendo un país eminentemente agropecuario importemos 200 millones de dólares de lácteos y leche; US$100 millones de café; US$50 millones de azúcar; US$20 millones en habichuelas; US$15 millones en cebollas, US$27 millones en chocolate, y US$100 millones en cerdos y pollos?”, se preguntó.