La leche es uno de esos productos básicos en la dieta de la mayoría de la ciudadanía. En el desayuno, ya sea con cereales, galletas o tostadas, no suele faltar una taza de leche sola, café o cacao soluble. En general, es un alimento básico conocido por todos, pero también hay mitos alrededor de su consumo.
Los supermercados ofertan diferentes tipos de leche. Entera, semidesnatada, desnatada, sin lactosa… ¿Cuál es mejor para el consumo diario? Esta pregunta surge ante el enorme abanico de posibilidades y cada persona tiene una opinión.

Sin embargo, hay dudas sobre qué hay de cierto en algunas ideas que circulan entorno a la leche, como, por ejemplo, que la entera engorda o es perjudicial para la salud. Por eso, algunas personas encuentran más saludables las leches semidesnatadas o desnatadas, es decir, sin la grasa de la entera. Pese a todo, hay verdades y mentiras alrededor de este alimento.

leche

¿La leche entera engorda más?

La respuesta es sí, aunque con matices. La leche entera tiene un mayor porcentaje de grasa en su composición que hace que su aportación calórica al cómputo general del día sea mayor. Por tanto, si se consumen más calorías de las que se queman en el día, se sube de peso.

No obstante, las grasas que contiene la leche son bastante interesantes a nivel nutricional. Por eso, los expertos no desaconsejan su consumo. De hecho, hacen que se considere un alimento bastante completo. La Fundación Española de Nutrición (FEN) recomienda que, en el caso de los niños y adolescentes, se tome entera, salvo que exista una contraindicación médica. Así, se verán beneficiados de todo el aporte energético.

La leche semidesnatada o desnatada se recomienda para personas con obesidad o alteraciones de lípidos en sangre. Un vaso de leche entera puede contener unas 149 kcal, según la FEN, mientras que la descremada reduce esta cantidad a unas 79 kcal. No obstante, en otras etapas como el embarazo, lactancia o menopausia, se prefiere el consumo de leche entera.

Por otro lado, la ingesta de las grasas de la leche entera se digiere mejor y, como consecuencia, causa menos inflamación, lo que también repercute en la subida o no de peso. En cualquier caso, el consumo de leche no debe ser abusivo para no desplazar de la dieta otros alimentos y nutrientes igualmente necesarios.

Leche

Bebidas vegetales, una alternativa en auge

Con todo, los expertos señalan que la leche de vaca no es la única fuente para adquirir los nutrientes necesarios para una buena salud. El calcio, yodo, las vitaminas y proteínas pueden encontrarse en otros alimentos.

Un ejemplo de las alternativas son el pescado o los frutos secos. Los nutricionistas recuerdan que el calcio de la leche es muy importante para la salud ósea, pero también se encuentra, en ocasiones en mayor cantidad, en alimentos como las sardinas o las almendras.

Otros productos que están ocupando cada vez más espacio en las estanterías de los supermercados son las bebidas vegetales. Los ingredientes son muy variados: almendras, avena, soja, arroz, avellanas… Estas alternativas para quienes no pueden consumir leche de vaca o deciden no hacerlo son buenas opciones. Sin embargo, hay que prestar especial atención a la lista de ingredientes para no elegir una con un contenido de azúcar excesivo.

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