La fundación que gestionará la escuela tiene entre sus patronos tanto a queserías artesanales como multinacionales del sector, así como a instituciones públicas y la Federación Española de Industrias Lácteas y las asociaciones empresariales del sector de Zamora y de Castilla y León.
El objetivo de la escuela es ofrecer una programación formativa estable, tanto a parados como a estudiantes y a trabajadores del sector para actualizar sus conocimientos y que se adapten a las innovaciones tecnológicas.
Por este motivo, entre los patronos de la escuela, que tiene su sede en instalaciones cedidas por la Junta de Castilla y León en el instituto Alfonso IX de Zamora, también figuran fabricantes de maquinaria y de aditivos lácteos y empresas tecnológicas del sector.
Del mismo modo, está previsto que próximamente pueda incorporarse como patrono la Universidad de Salamanca, que a partir de octubre impartirá en ese centro formativo público-privado un máster en dirección y gestión de industrias lácteas para el que este mes se abrirá el plazo de prematrícula.
El gerente de la asociación de desarrollo Zamora10, impulsora de la escuela, Francisco Prieto, ha detallado que ya han contactado con dos universidades de Sudamérica que están interesadas en participar en ese máster e incluso en trasladar a sus países una versión de esa formación universitaria.
Además, según ha detallado el gerente de la fundación, José Luis Calvo Rosón, han contactado con el Aula de Productos Lácteos que tiene en Lugo la Universidad de Santiago de Compostela que ha ofrecido cursos formativos en países latinoamericanos.
Ese centro prefiere ahora centrar su actividad en la investigación y el desarrollo y estaría dispuesta a dejar parte de la formación en manos de la nueva Escuela Internacional de Industrias Lácteas.
Al respecto, Calvo Rosón ha indicado que países como Brasil o Argentina tienen ya una producción mayor que la española de leche y disponen de instituciones formativas propias pero éstas no existen en países como Colombia, Venezuela o Ecuador.
El objetivo sería cubrir tanto las necesidades formativas existentes en España en el ámbito de las industrias lácteas como en otros países hispanoamericanos para lo que a los estudiantes extranjeros se ofrecería también alojamiento a precio económico en el mismo centro en el que se impartirán los cursos.