Galicia es una potencia láctea, pero es en Andalucía donde un grupo de investigación de Enfermedades Infecciosas del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) quien, en colaboración con el Colegio de Veterinarios de Córdoba, se ha puesto manos a la obra para determinar la capacidad de la leche de vaca como alimento preventivo contra el covid-19. Antonio Arenas, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba, es el encargado de liderar la investigación cuyo trabajo de campo comenzó a finales de julio y que, como avanza, en breve podría comenzar a probarse su eficiencia en personas. El tratamiento, como explica, «es beber la leche de las vacas tratadas para lograr un aumento de sus anticuerpos en sangre o, posteriormente, sueros preparados con esa leche».
_¿Cómo se les ocurre estudiar la capacidad de la leche de vaca como alimento preventivo contra la enfermedad?
_Conociendo un poco la historia de los coronavirus. Sabemos que el betacoronavirus bovino es, serológicamente hablando, del mismo género o grupo que el covid-19. Ese factor. unido a los nutracéuticos o alimentos funcionales, nos hace llegar a la conclusión de que la leche podría ser una solución proporcionar a la población una inmunidad pasiva, la que las madres dan a sus hijos, mediante la ingesta de leche.
_Comenzaron la investigación en julio, ¿en qué fase están ahora?
_A finales de julio comenzamos con el trabajo de campo para lograr leche inmune y solventar algunas cuestiones como lograr mayor cantidad de inmonoglubilina o anticuerpos, que es lo mismo. La cuestión es que al tratar la leche se desnaturaliza y los anticuerpos se inactivan. De ahí que tenga que someterse a un proceso de pasteurización a baja temperatura. Cuando veamos los resultados de las analíticas de esa leche comenzaremos con las pruebas de campo en personas, en colaboración con Salud Pública de la Junta de Andalucía.
_Habla de leche inmune, ¿qué es?
_Par lograr leche inmune hay que tratar a los animales. Realizar lo que se conoce como una fase de hiperinmunización aplicándoles vacunas del coronavirus bovino. De ese modo obtenemos mayores niveles de anticuerpos en sangre que, a su vez, van a pasar a la leche en una proporción determinada. No en tanta cantidad como en el calostro. Probablemente más adelante pueda administrarse en preparados lácteos que sean capaces de dar una cantidad importante de anticuerpos.
_¿Y cómo se haría el estudio en esas personas?
_Bebiendo leche y ya está.
_¿Cuál será la muestra?
_Personas sanas en alto riesgo y personas enfermas para comprobar la repercusión que pueda tener la leche en la evolución de la enfermedad.
_¿Cuánta leche tendrían que tomar?
_Eso es lo que hay que ver, la dosis.
Nos puede Estamos daría una inmunidad pasiva que es la misma que le da la madre a su hijo durante la lactación.
_Primero hacer las experiencias para eso vale la ciencia para repetir.