Memoria, decía Chiche Gelblung.
El 13 de marzo de 2006, el ex presidente Néstor Kirchner ordenó de buenas a primeras cerrar las exportaciones de carne vacuna. La hacienda ese día había subido 9% y amagaba trasladarse a los precios de la carne en las carnicerías. Luego, el gobierno comenzó a aflojar el cinto e imponer cupos a través de los ROE (Registro de Operaciones de Exportación), que nacieron con fines estadísticos pero después se convirtieron en una herramienta para regular el comercio exterior.
Memoria. Después de aquella primera intervención, Néstor entronizó a Guillermo Moreno como secretario de Comercio. Una de las primeras cosas que hizo en el cago, hacia octubre de 2006, fue enviar una lista de precios máximos al Mercado de Liniers. Todos los operadores recuerdan esa fotocopia, que era respetada a rajatabla aunque no tenía ningún valor legal. Si los precios se pasaban de ese límite impuesto por Moreno, tronaba el escarmiento.
Bueno, por estos días se está repitiendo peligrosamente esa historia. Primero el gobierno de Alberto Fernández recreó los ROE con la creación de una declaración jurada para la exportación de carnes (DJEC), solo a los fines estadísticos, afirman los funcionarios.
Y este miércoles volvieron a sonar los teléfonos en el Mercado de Liniers. Llamaron desde Comercio Interior, ahora a cargo de Paula Español, para fijar -como con aquella famosa fotocopia de Moreno- una suerte de precios máximo.
El que recibió la llamada de las autoridades fue uno de los principales compradores de hacienda en ese tradicional mercado ganadero. Nada menos que los Supermercados Coto. Luego de recibir el mensaje, esa empresa anunció que dejaría de participar de los remates que definen el precio de la hacienda -y sirven como referencia para todo el país- en los próximos días.
Coto es el principal comprador de hacienda en Liniers. En 2020 adquirió allí para sus plantas de faena y para abastecer luego su cadena de supermercados un total de 135.320 cabezas, mas del 10% del total de las que pasaron por el mercado.
La primicia la tuvo casi en vivo el periodista agropecuario Silvio Baiocco, que comanda junto a Alfredo Guarino y el equipo de DelSector.com las transmisiones de Canal Rural desde Mataderos. Luego de chequear con varias fuentes de las casas consignatarias, ellos reconstruyeron que el propio Alfredo Coto en persona llamó a Elvio Colombo, uno de los consignatarios más influyentes, para confesarle que lo habían llamado desde Comercio Interior y que le habían pedido que no siguiera comprando hacienda para no “convalidar” los valores.
El gobierno sacó a @Coto_Ar del @Mercado_Liniers El supermercado pagó $198 por lote de novillito de 400 kilos.https://t.co/hmcANfG5Fx
— delsector.com (@delsectorcom) April 27, 2021
Minutos antes, por las cámaras de televisión se pudo ver que Coto había pagado unos 198 pesos por kilo vivo por un lote de novillitos pesados, en un remate de la casa Madelan. Ese fue el precio que habría sacado de sus casillas a los inspectores de Paula Español , que seguramente seguían la transmisión lápiz rojo en mano
El retiro, aunque sea temporal, de Supermercados Coto de las operaciones de Liniers fue un mazazo para los operadores, que tienen fresco el recuerdo de las intervenciones a los gritos de Moreno. Implica en los hechos que Comercio Interior está dispuesto a jugar fuerte para ponerle un techo a los precios del kilo vivo. Los 200 pesos por kilo vivo parecen haber sido ese límite.
“Coto lleva mucho volumen de hacienda y no suele pagar precios máximos. Sacándolo de la cancha tenés una demanda que va a caer fuertemente y se supone que con esa jugada los precios para la hacienda de consumo van a tender a bajar”, evaluó una fuente que conoce al dedillo el mercado ganadero. “Sin Coto jugando ahí el precio no se sostiene”, añadió.
Desde las casas consignatarias remarcaron a Bichos de Campo que esta fue una decisión tomada solamente por Coto, que anunció a sus operadores que no asistiría a los remates del jueves y viernes. “No sabemos hasta cuando”, dijeron sus representantes, generando mayor incertidumbre.
Desde fines de 2020, luego de que la carne trepara el año pasado más del 70% a nivel del consumo minorista, la Secretaría de Comercio Interior sostiene negociaciones con los grandes frigoríficos exportadores nucleados en el Consorcio ABC y con la Asociación de Supermercados. Coto forma parte de ambas cámaras en su doble rol: fue uno de los supermercado que ofreció a sus clientes cortes algo más baratos a pedido de Paula Español.
Desde que esas negociaciones comenzaron, un rumor fuerte es que también muchos frigoríficos exportadores redujeron sus compras en el Mercado de Liniers, buscando contener la suba de los precios. Esas también pudo haber sido la explicación de la fuerte baja de los precios de la categoría Vaca la semana pasada, que fue superior al 10%. Pero por lo visto no ha sido suficiente.