Un total de 412.294 toneladas de productos lácteos se exportaron desde Argentina en 2022, lo que significa un crecimiento del 4,3% en relación al año anterior, según un informe sobre las cifras definitivas de comercio exterior del sector elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), en base a datos de la Dirección Nacional Láctea.
Es solo uno de los datos positivos que dejó el año pasado: además, la cadena fortaleció el ingreso de divisas, sumando U$S 1.675,3 millones, un 24,8% más que en 2021.
Tanto los volúmenes como la facturación, según el OCLA, fueron los más altos desde 2011 y 2013.
Y uno de los guarismos destacados es que las más de 400.000 toneladas exportadas, equivalieron al procesamiento de unos 3.000 millones de litros, el 26% de todo lo que se ordeñó en 2022: más de 11.500 millones.
Este porcentaje de participación de las exportaciones sobre el total producido es récord, afirmó el OCLA.
INICIO DE AÑO DESFAVORABLE
Sin embargo, el inicio de 2023 marca un cambio de tendencia negativo para la cadena láctea exportadora.
Enero, en este caso de acuerdo con datos provisorios tomados del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), mostró una baja del 23,2% en la cantidad de toneladas exportadas, que se ubicaron en 28.506.
Y eso derivó en un ajuste del 21,9% en el ingreso de dólares: fueron U$S 108,4 millones.
Vale recordar que, además de la menor producción de leche de los últimos meses de 2022 como consecuencia de la sequía, tampoco ayuda al sector la baja del precio internacional de la leche en polvo, principal producto de exportación.