Magela Santoro, extensionista de Conaprole y asesora de productores lecheros en el centro del país, señaló la semana pasada que el panorama fue complejo vinculado a estrés térmico. “Los animales sufren muchísimo. Eso se ve reflejado en muchísimas cosas como el consumo”, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural.
En estas situaciones, por más que se tomen medidas de mitigación, la merma en la producción de leche es inevitable, señaló, con caídas que van de 10-15% hasta 40%.
“Estamos jugando dos partidos en este momento: la producción de leche actual y otro gran partido que es la implantación de los verdeos de verano para la confección de las reservas”, dijo la especialista.
Consultada respecto a su evaluación del 2019, sostuvo que se registran diversos escenarios, pero en la mayoría de los casos en cuanto a los ingresos la situación es de empate. Y en situaciones donde no hay rentas no hay créditos importantes asumidos podría haber un margen positivo. “Luego tenemos situaciones donde las rentas elevadas y toma de créditos importantes ahí si se está teniendo un margen negativo y que mes a mes preocupa”, subrayó.
Con este panorama, y con buenas señales a nivel industrial con subas en precio pagado al productor, hay un aliento y una esperanza para la producción lechera, consideró Santoro, siempre y cuando el clima sea benevolente y se mantenga cierta estabilidad en los valores en los mercados internacionales.