La enorme casa de piedra de Marconi y 4 de abril es el lugar elegido por Silvina Agüera y Leslie Green para instalar su primer local en Tandil, en una esquina que emana arte e historia por todos sus recovecos.
Silvina es oriunda de Tandil pero hace 15 años se fue a vivir a Pehuajó con su familia y allí fundaron un tambo ovino que con el tiempo empezó a crecer.
“Comenzamos con este proyecto de las ovejas en una chacra cerca de la ciudad, un proyecto para nuestros hijos conocieran diferentes formas de trabajo y vieran que haciendo las cosas de cierta manera todo se puede lograr. Por eso compramos unas ovejas y arrancamos”, compartió Leslie.
Las ovejas de raza Pampinta, que producen carne, lana y leche, se reprodujeron y al verlas paridas dispersas por la llanura, los Green decidieron armar un tambo y ordeñarlas para manufacturar su leche. Así, se contactaron con una fábrica de Trenque Lauquen para elaborar quesos duros, semiduros y provoletas, e iniciar una comercialización directa entre amigos y conocidos. Los quesos empezaron a alegar a distintos puntos y a tener una gran aceptación.
“Fuimos creciendo con nuestra producción y aumentando el número de ovejas. A su vez, surgieron ideas, surgió el armado del packaging, todos nos involucramos. Hace dos años empezamos con el desarrollo del helado de leche de oveja y abrimos un local al público para ofrecer los productos”, contó.
El helado más rico del mundo
El helado de leche de oveja es único en el país. Hay un solo lugar en el Sur que lo elabora, pero no tiene stock continuo. De este modo, tomaron la decisión de comenzar a fabricarlo y les salió muy bien. Al respecto, Leslie señaló que “pusimos manos a la obra para armar la sala de elaboración de helados en Pehuajó y logramos las autorizaciones para fabricar y vender Así avanzamos con el negocio al público y empezamos a vender también los chocolates de Cauca, porque con el dueño entablamos una amistad”.
Con la excusa de tener un punto de venta directo de los quesos y helados, inauguraron el local, en el que fueron incluyendo cada vez más productos de calidad, de productores pehuajenses, de Tandil y otras ciudades. Además, se sumaron al equipo Julia Agüera, hermana de Silvina, y una amiga de ella, Rocío Sanguinetti, que son quienes ahora están a cargo del negocio en Tandil.
En tanto, el espacio fue concebido para comprar y/o consumir en el lugar por el mismo precio.
“Está pensando para que la gente tenga algo distinto, un producto diferencial de buena calidad a precio accesible”, detallaron.
La leche de oveja
El tambo ovino de Familia Green cuenta hoy con 700 ovejas repartidas en 60 hectáreas y se las ingenian para producir la materia prima necesaria paras elaborar los quesos y el helado, de un suave y cremoso sabor, apto para intolerantes a la lactosa.
Es que las ventajas de la leche de oveja son varias y así lo enunció Leslie: “Tiene un potencial muy grande a nivel mundial porque es una leche que no produce alergia en la mayoría de los casos, tiene alta grasa glóbulos pequeños es muy digerible, alta en calcio y vitamina B12.
Nuestra base de quesos y helados es 100 por ciento de leche de oveja, son muy ricos y saludables, no llevan crema de leche ni leche en polvo”.
Además, la firma es conocida por fabricar el Blue Sheep, el primer queso azul de oveja de Argentina. En este sentido, Leslie detalló que “la fábrica en la que elaboramos nuestros quesos empezó a hacer queso roquefort y nos invitaron a hacer el primer queso azul de leche de oveja del país. A la vuelta de ese viaje nos dimos cuenta de que era algo especial, de que se podía marcar la diferencia con este producto”.
Cauca, una historia de amor
Raúl Vidal es el dueño de chocolates Cauca, una firma icónica que lleva más de 90 años dando trabajo en Trenque Laquen y en municipios de la Costa. Sus productos ya son entrañables al paladar argentino, como la famosa tableta de dulce leche, y encontraron en Familia Green una excelente vidriera para llegar a todos los tandilenses
“Cauca es una historia de amor desde mis abuelos, pasando por mis padres y hasta hoy. Con los Green también fue un amor a primera vista por el trabajo y la dedicación que le ponen a todo.
Empezamos un intercambio porque ellos hacen cosas que me hubiera gustado hacer y lo hacen muy bien. Empezamos a jugar con esto y acá estamos”, reseñó.
Vidal confesó que desde hace más de diez años que quería abrir un local en Tandil y no ocultó su emoción por el lugar conseguido para llevar adelante la propuesta. Además, refirió que “cuidan su mercadería y la mía, sé que va a haber una atención dedicada en este negocio y nos damos manija en un momento en que al país le cuesta, pero creo en los emprendedores y hemos logrado amalgamarnos perfectamente”.
Por otra parte, reparó en la importancia de lograr alianzas estratégicas con productores que estén en la misma sintonía para potenciar la calidad y las posibilidades de expansión.
“Desde el 94 a la fecha siempre he tratado de tener alianzas porque es la única forma de avanzar en este país y cuidar la calidad, creo firmemente en eso”, sostuvo.
Un lugar especial
En la sierras, el local replica la misma mística que su par de Pehuajó y los Green hallaron en la casa de piedra un lugar especial para albergar la nueva propuesta, que se orienta a tender puentes con las artes visuales para mantener vivo el espíritu del espacio, que supo ser una galería de arte
Ahora es Silvina, profesora de artes visuales, quien toma la posta para expresar que “esto era un espacio de arte y queremos seguir con eso también, hay una estética cuidada. Cuando entré al local y me puse a colgar un cuadro, me sentí como años atrás, cuando trabajaba en una galería.
Ya tenemos nuestro primer artista invitado y la idea es cada dos meses cambiar de artista”.
Para eso ya tiene destinada una pared que alojará las obras de cada artista invitado, y convivirán en perfecta armonía con los arreglos florales, las piezas de joyería y talabartería, la yerba, los dulces de Titi, los exquisitos chocolates Cauca con sus envases intervenidos por artistas argentinas, los quesos, el dulce de leche y los helados.
Todo converge sin fisuras en una atmósfera cálida, cuidada hasta el mínimo detalle estético y con una dedicada atención, para que los clientes entren, miren, conozcan cada historia, elijan la mercadería y si quieren, se sienten a degustarla en las sillas interiores o exteriores. También ofrecen, en la planta superior, un espacio de coworking para trabajar o dictar charlas y talleres, con proyector, conexión a internet e impresora.
Familia Green Tandil los espera a todos Av. Marconi 1101, esquina 4 de abril, de lunes a viernes de 8.30 a 21 y fines de semana de 9.30 a 21.
Un sueño hecho realidad que no es sólo un eslogan vacío, sino una verdad palpable en cada cosa que ofrecen y en cómo se les iluminan los ojos cuando hablan de lo que aman hacer. Así, vale el doble.