La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha proyectado que el ritmo de crecimiento de la producción mundial de leche se desacelerará en los próximos años debido a diversos factores, incluyendo los altos costos de los insumos y las restricciones ambientales.
Según el pronóstico de la FAO, el sector lácteo global se enfrenta a una ralentización en su expansión. Esta tendencia es resultado de una serie de desafíos que afectan a los productores en las principales regiones del mundo.
Las causas de esta desaceleración incluyen:
- Altos costos y volatilidad del mercado: El aumento en el precio del alimento para el ganado y la fluctuación de los precios de la leche en los mercados internacionales han reducido la rentabilidad de las explotaciones ganaderas.
- Fenómenos climáticos: Las condiciones climáticas adversas, como las sequías en algunas regiones clave, han impactado la producción de forraje y, consecuentemente, la producción de leche.
- Políticas de sostenibilidad: En países con una fuerte producción lechera, como Nueva Zelanda y los de la Unión Europea, las regulaciones ambientales y las políticas de sostenibilidad están limitando el crecimiento de los hatos y fomentando un manejo más controlado para reducir el impacto ambiental.
A pesar de esta desaceleración, la FAO aclara que la producción mundial de leche continuará creciendo, aunque a un ritmo más moderado que en años anteriores, lo que podría generar un equilibrio entre la oferta y la demanda global.