En un discurso, hizo un llamado urgente al Gobierno para abordar temas como la seguridad, la pobreza y el cumplimiento de los acuerdos agrarios, a la vez que advirtió sobre los riesgos de polarización social.

Lafaurie subrayó que, en medio del contexto de violencia que atraviesa el país, se ha relegado el problema de la pobreza. “Algunos convierten la pobreza en bandera para el populismo promesero y para alimentar el odio entre colombianos, mientras que los bandidos que dicen defender a los pobres justifican con ella su violencia, los hacen más pobres, los hostigan, les roban sus hijos para la guerra y, con ellos, les roban la esperanza”, afirmó.

El dirigente gremial recalcó que los ganaderos han sido víctimas recurrentes de la inseguridad y la violencia, situación que agrava los retos sociales y económicos que enfrenta el campo colombiano.
Uno de los temas más destacados fue el balance del acuerdo de compra directa de tierras entre Fedegán y el Gobierno.

Según Lafaurie, los resultados son preocupantes. Hasta el 21 de noviembre, se habían presentado 1.432 ofertas por un total de 601.911 hectáreas, pero solo se habían adquirido 48 predios que suman 14.260 hectáreas.

“Rechazamos todo intento de arrebatarnos garantías jurídicas en los procesos agrarios. Rechazamos el señalamiento de hacendados feudales y esclavistas, y la amenaza velada de la movilización campesina contra los propietarios legítimos de la tierra”, expresó. Además, advirtió que, de ser necesario, los ganaderos también se movilizarán pacíficamente para defender sus derechos.

El dirigente criticó, además, la intención del Gobierno de flexibilizar condiciones para la expropiación con indemnización y la extinción de dominio por incumplimiento de la función ecológica de la tierra, medidas que calificó como riesgosas para la estabilidad del sector.

Con miras al futuro inmediato, Lafaurie manifestó su inquietud por los anuncios de movilizaciones campesinas alentadas desde el Gobierno, así como por el incierto avance de la política de “Paz Total”.
“Nos preocupa la poca o ninguna voluntad que percibimos en los grupos armados ilegales para alcanzar la paz. Un eventual fracaso de la Paz Total solo tiene una contracara: la violencia total. Y de la seguridad depende el porvenir de la ganadería”, señaló.

A su juicio, el país y el Estado están en un estado de ceguera frente al futuro del campo, un sector que considera clave para alcanzar la paz y el desarrollo sostenible. “Hoy, como hace veinte años, nuestra convicción es inmodificable: la paz de Colombia pasa, necesariamente, por la recuperación económica y social del campo, como lo he señalado permanentemente en las conversaciones con el ELN. No hay otro camino”, enfatizó.

Leche

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Crisis en la producción lechera

El dirigente gremial también alertó sobre la difícil situación de 350.000 ganaderos, la mayoría pequeños y medianos productores de leche, quienes enfrentan graves desafíos derivados de las distorsiones estructurales del mercado, el impacto del cambio climático y la disminución del consumo. Estas condiciones han generado una caída en los ingresos y amenazan con desatar una crisis social en las zonas productoras.

“Estamos con ellos y seguiremos insistiendo en las propuestas de solución que presentamos año tras año, gobierno tras gobierno, siempre escuchadas con interés, pero siempre desatendidas”, expresó.
El discurso de Lafaurie concluyó con una reflexión sobre el papel crucial del campo en el desarrollo del país. Instó al Gobierno a redoblar esfuerzos para garantizar seguridad, estabilidad y apoyo efectivo al sector rural.

“La paz y el desarrollo de Colombia no son posibles sin una recuperación económica y social del campo. No podemos permitir que la ceguera institucional nos lleve al fracaso”, sentenció.

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