El gremio ganadero le pide al Gobierno nacional que reconsidere el aumento del 20% en las tarifas eléctricas, que afectaría directamente los costos de producción.
El sector ganadero de Colombia ha manifestado una profunda preocupación por el anunciado aumento del 20% en las tarifas de energía, una medida que, según los líderes de la industria, impactaría de manera directa y negativa los costos de producción. La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) ha alzado su voz para pedirle al Gobierno Nacional que reconsidere la medida, argumentando que este incremento castigaría a un sector que ya enfrenta múltiples desafíos económicos y operativos en el país.
El alto costo de los insumos es una de las principales batallas que libran los ganaderos colombianos. A los precios elevados de concentrados, fertilizantes y otros materiales, se sumaría ahora el golpe del aumento en la energía eléctrica. Esta subida afectaría gravemente las operaciones diarias, desde el funcionamiento de los sistemas de ordeño mecánicos y la refrigeración de la leche en los tanques, hasta la maquinaria utilizada en los procesos de ensilaje. Un 20% más en los costos de energía se traduce directamente en una reducción de la rentabilidad para los productores.
El impacto de esta medida es transversal a todo el sector ganadero. La industria láctea, en particular, sufriría las consecuencias de manera más aguda. Los eslabones de la cadena, desde los pequeños y medianos productores que necesitan refrigerar su leche para su posterior recolección, hasta las grandes plantas procesadoras, verían cómo sus gastos operativos se elevan. El encarecimiento de la producción podría trasladarse a los precios de los productos finales, afectando a los consumidores y, en última instancia, al consumo.
Para Fedegán, la decisión del Gobierno representa un retroceso en el apoyo al sector productivo. En lugar de aliviar la carga económica, el aumento de la energía podría poner en riesgo la viabilidad de muchas empresas ganaderas. La federación ha hecho un llamado a las autoridades para que se analice el impacto económico de la medida y se busquen alternativas que no comprometan la sostenibilidad de una industria fundamental para la seguridad alimentaria y el desarrollo rural del país.
La solicitud de Fedegán destaca la necesidad de que el Gobierno tenga en cuenta la realidad del sector agropecuario al momento de tomar decisiones económicas. La industria ganadera colombiana requiere de políticas que promuevan la inversión y la competitividad, no de medidas que añadan más presión a sus ya elevados costos de producción. El futuro del sector, y de las miles de familias que dependen de él, pende de un hilo, y una decisión favorable del gobierno podría ser la clave para garantizar su prosperidad a largo plazo.
Fuente: Contexto Ganadero