La FTIL responsabiliza a Conaprole de haber decidido el retiro de la cámara tras la adopción de una medida de trabajo a reglamento.

La Mesa de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) resolvió que “de no existir un cambio de posición por parte de la Cámara de la Industria Láctea [CILU]” y que esta vuelva a participar de los ámbitos de negociación colectiva, “a partir de este miércoles y hasta el martes 21 de diciembre, se estarán llevando a cabo medida gremiales”. Estas consistirán en que “cada sindicato parará dos horas por turno todos esos días. Cada sindicato hará su paro un día, y serán siete días de paro a lo largo y ancho de toda la industria [láctea]”, informó a la diaria el dirigente sindical Enrique Méndez.

La FTIL emitió este lunes un comunicado en el que rechaza el retiro de la CILU de los ámbitos de negociación colectiva y apela a la sensibilidad de las autoridades nacionales, particularmente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, “para que intimen a Conaprole y a la CILU” a volver a la negociación, “tal como establecen las normativas nacionales vigentes y como lo indica el sentido común”.

La FTIL menciona que la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) llevó a las instancias de diálogo bipartito y tripartito “el reclamo de la mejora salarial de los trabajadores de oficio (mecánicos, electricistas, engrasadores, entre otros) del CIM (Centro Industrial Montevideo) y de Planta 8”.

“Ante la falta de avances y respuestas concretas, la AOEC resolvió adoptar la medida de trabajo a reglamento únicamente en el sector de oficio” de Planta 8 y del CIM. “Se trata de unas 80 personas. Trabajo a reglamento implica la no realización de horas extra ni aceptación de cambios de turno, o convocatoria a descansos o feriados”, explica el comunicado.

Según la FTIL, Conaprole decidió en respuesta “el retiro de la CILU de los ámbitos de negociación”, medida que para la federación “no es nueva”, porque “en otras oportunidades” la empresa “ya adoptó posturas radicales de este tipo”. “En esta oportunidad, su desplante contó con el respaldo” de la CILU, agrega.

“Las consecuencias de esta actitud incomprensible y cuasi antidemocrática es que la CILU y Conaprole toman de rehén” a la FTIL, “y, por ende, a la población”, sigue el comunicado.

La FTIL resalta que “en otras oportunidades, en el marco de distintas negociaciones también sobre situaciones conflictivas de otras empresas, no sucedieron hechos de la actual magnitud. E incluso remarcamos que cuando atravesamos situaciones tales como sanciones a trabajadores por aplicar las medidas sindicales, la FTIL nunca se retiró de la negociación colectiva”.

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