Al respecto, el parlamentario dijo que “no es la primera vez que se genera alarma por los graves cuadros respiratorios que afectan a trabajadores de Manuka en la época de partos. En 2017, por ejemplo, fueron varios los que estuvieron en riesgo vital, conectados a ventilación mecánica, tiempo en el cual se nos señaló por parte de las familias afectadas que el enorme volumen de partos genera un complejo cuadro sanitario, tal como lo describió entonces la Sociedad Chilena de Infectología”.
Asimismo, señaló que “es hora de llegar al fondo de lo que allí está ocurriendo y que forma parte de lo que muchos trabajadores y trabajadoras han denunciado por ya más de una década”.
“Tenemos información de que existe una persona en estado grave de salud, de quien se sospecha esté contagiada de fiebre Q”, afirmó.
Cuestionamientos a los procedimientos
“Hemos insistido que el modelo que mata a todos los terneros machos al nacer no conversa de buena forma con la imagen de sustentabilidad de la magia del sur, afecta sicológicamente a los trabajadores y trabajadoras, los expone a enfermedades, como estableció Salud, y hace proliferar otras zoonosis como acreditó el SAG”, explicó.
En ese sentido, recordó que “cuando en 2013-2014 ocurrieron los vergonzosos hechos de las muertes de 1.500 terneros a martillazos e inyecciones de aceite en esa explotación agrícola, estuvimos disponibles para sentarnos con esa empresa y los gremios como Aproleche, Aproval, Fedeleche, SAGO y Agrollanquihue para generar soluciones de largo plazo a la problemática de los partos estacionales que ya entonces eran inmanejables”.
“Hubo consenso en que el cambio no podía venir de un momento a otro y eso involucraba un proceso por etapas: partíamos por circunscribir los sacrificios a estrictos protocolos de bienestar animal, para luego, a mediano plazo, generar el término de la práctica. Hoy, el SAG debe emitir un pronunciamiento claro respecto del destino que le da Manuka a los más de 20.000 terneros machos que están naciendo y señalar si es efectivo que funciona dentro un matadero, para lo cual la SMA debe también hacerse presente”, sostuvo.
“Aquí hay gente que está quedando con secuelas y la espera de siete años para que Manuka adecue sus procesos ha sido ya más que suficiente: exigimos mayor responsabilidad social, laboral y de seguridad con sus trabajadores”, planteó.