Si bien el número exacto no se conoce aún, fuentes de la empresa confirmaron que la reducción de empleos es una realidad que será anunciada en las próximas semanas cuando se presenten los números finales del último balance, algo que se iba a presentar el 12 de este mes, y se postergó para poder analizar mejor el resultado.
Las especulaciones sostienen que los mandos intermedios son los que más se podrían ver afectados, por sobre los trabajadores de plantas de procesamiento. Esto significaría una reestructuración de la organización de la Cooperativa, que centraría su atención en la leche que procesa en Nueva Zelanda.
Por su parte, voceros del sindicato de trabajadores lácteos se pusieron en alerta y anunciaron que “la leche va a seguir llegando, por lo que se necesitan trabajadores para procesarla”.
La última vez que el gigante de los lácteos arrojó una gran cantidad de empleos fue en 2015, cuando 750 empleados fueron despedidos. En ese momento, dijo que la reducción de personal traería alrededor de $ 100 millones de ahorro. A nivel mundial, la compañía más grande de Nueva Zelanda tiene alrededor de 22,000 empleados.
El mes pasado Fonterra anunció que las pérdidas eran mayores a las previstas, y de un balance negativo de 590 millones, se pasó a 675 millones, por lo que las alarmas saltaron. Luego de ese anuncio la autoridad de los Mercados Financieros locales solicitó información por una queja que ponía en duda los números de las amortizaciones anunciadas.
Las primeras medidas anunciadas tuvieron impacto en los empleados. Se informó que los empleados no recibirán el bono anual de fin de año, y que los que ganan más de 100.000 dólares no tendrán aumento el año próximo.
Por el momento, la mirada está puesta en las actividades de la empresa en China, donde las pérdidas son las más grandes, por lo que se especula con una salida de la Cooperativa en algunos de los activos que tiene en el gigante asiático, con lo que se especula que ahí estaría el mayor recorte de empleos.