DPA Brasil, participada en un 51% por Fonterra y en un 49% por Nestlé, se ha vendido por unos 240 millones de dólares neozelandeses.
Miles Hurrell, consejero delegado de Fonterra, declaró que ya se han recibido las autorizaciones reglamentarias y que la venta permite a Fonterra centrarse en su reserva de leche neozelandesa.
Fonterra dijo que los ingresos de la venta compensarán la deuda relacionada con ese negocio, lo que significa que habrá poco impacto en efectivo en las ganancias de Fonterra.
Los ingresos finales de la transacción están sujetos a los ajustes habituales posteriores a la finalización.
La previsión de beneficios de Fonterra para el ejercicio fiscal de 24 años, de entre 45 y 60 céntimos por acción, seguirá reflejando únicamente el rendimiento subyacente del negocio, al igual que en anteriores transacciones puntuales.