Un movimiento clave en la política comercial internacional volvió a sacudir al agronegocio global. Francia solicitó formalmente retrasar la votación final del acuerdo UE-Mercosur, un gesto que reactiva las tensiones en torno al acceso al mercado europeo y genera preocupación particular en los sectores lácteo y cárnico.
La solicitud francesa busca postergar la ratificación definitiva del acuerdo entre la Unión Europea y los países del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— alegando la necesidad de garantizar condiciones de competencia justa para los sectores agrícolas sensibles del bloque europeo. Entre ellos, el lácteo aparece como uno de los más expuestos.
Desde París argumentan que una apertura inmediata podría generar distorsiones en el mercado interno si los productos importados no cumplen estándares equivalentes en materia ambiental, social y de bienestar animal. Productores europeos temen que el ingreso de lácteos y carnes a menor costo, con cargas regulatorias distintas, afecte la estabilidad de sus sistemas productivos.
Para los países del Mercosur, el pedido francés implica una nueva fuente de incertidumbre comercial. El acuerdo es considerado estratégico para ampliar exportaciones agroalimentarias hacia uno de los mercados de mayor poder adquisitivo del mundo, especialmente en rubros como carne y productos lácteos. La demora obliga a recalcular plazos, proyecciones de ingresos y estrategias de inserción internacional.
En el plano político europeo, la maniobra de Francia evidencia el delicado equilibrio que requiere la aprobación del acuerdo. La postergación otorga tiempo a otros Estados miembro y a poderosos lobbies agrícolas para evaluar el impacto económico del pacto, manteniendo la presión sobre Bruselas para proteger los intereses de la producción primaria, en especial los vinculados a la economía láctea.
Tras más de dos décadas de negociaciones, el acuerdo UE-Mercosur vuelve a quedar en un limbo legislativo en un momento decisivo. Para productores, industrias y analistas del mercado lácteo internacional, el escenario exige máxima atención: el desenlace de esta votación será clave para definir el futuro de los flujos comerciales, las cuotas de acceso y la competencia global en el negocio agroindustrial de valor agregado.
Fuente: EdairyNews En






