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4 Dic 2024
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Surgió de la unión de productores de leche de Santa Fe y Córdoba y se posicionó como una de las principales empresas del sector. Sin embargo, en 2016 tocó fondo y tuvo que vender gran parte de su negocio.

Supo ser punta de lanza y uno de los jugadores más importantes dentro de la industria láctea argentina. Con más de 80 años en el negocio, SanCor está en el podio de las marcas más reconocidas en el segmento. Sin embargo, en los últimos años atravesó una profunda crisis que la llevó a achicarse y hoy mira el sector desde otra posición.

Todo comenzó en 1938 con un grupo de 16 cooperativas de Santa Fe y Córdoba. Estas se dedicaban a la producción primaria de leche y decidieron unirse para elaborar manteca y caseína (proteína presente en la leche).

Primero conformaron Cooperativas Unidas Limitada Fábrica de Manteca y abrieron una planta en Súnchales, pero al ver que sus productos se vendían bien llegaron a la conclusión de que precisaban un nuevo nombre para su marca. Algo así como una estrategia de marketing para posicionarse mejor. Tras varias reuniones, alguien pensó en unir los nombres de ambas provincias y así se conformó Fábricas de Manteca SanCor Cooperativas Limitada en 1942.

En sus comienzos crecieron dentro del segmento de las mantecas. Por eso, en 1943 abrieron una planta en Brinkmann, Córdoba, para elaborarla con calidad de exportación. Pero también se fueron diversificando. El mismo año iniciaron la producción de dulce de leche y para 1947 ya contaban con un depósito en la ciudad santafesina de Gálvez que podía albergar unos 2 millones de kilos de quesos.

Para los 60 sumaron leche pasteurizada y en polvo, una década más tarde desarrollaron su línea de productos frescos con yogures, flanes y postres. Ahí aparecieron algunas marcas que llegaron a convertirse en genéricos de su rubro como Yogs y Shimy. También supieron tener bajo su ala las marcas de queso fundido untable Tholem y la de queso crema Mendicrim. Abrieron filiales en Estados Unidos y Brasil, sin embargo el nuevo milenio a su vez trajo el inicio de la crisis.

DECLIVE Y RENACIMIENTO

La deuda crecía, el tamaño de la compañía también y el negocio no acompañaba. Fue así que en 2006 llegó a firmar un preacuerdo con Adecoagro, que contaba con el apoyo financiero del magnate George Soros, para vender un 62 por ciento de la nueva sociedad. Pero apareció otra propuesta acercada por el Gobierno nacional. Finalmente, SanCor rubricó un contrato con Venezuela para proveerle productos lácteos a cambio de una inyección de US$ 80 millones.

Este convenio le trajo más dolores de cabeza que soluciones a la empresa. Y solo atrasó algunos años la crisis que finalmente se desencadenó en 2016, en parte impulsada por la caída en los precios internacionales de la leche.

Una de las primeras medidas fue vender su línea de flanes, postres y yogures, la cual se quedó Vicentin. En 2017 presentó un plan de reestructuración, conocido como Plan SanCor, que incluía una serie de ventas de marcas y fábricas para afrontar los pagos de deuda comercial, financiera e impositiva que superaba los $ 10.000 millones. Una década después de aquel frustrado preacuerdo, Adecoagro se hizo con la firma. En abril de 2018 la Asamblea de SanCor aprobó la creación de una sociedad a la que le transferiría sus activos y la cual pasaría en un 90 por ciento al holding.

Así se desprendió de las unidades de Morteros y Chivilcoy y las etiquetas Las Tres Niñas y Angelita, que fueron para Adecoagro; la de mozzarella fue para La Tarantela; la planta elaboradora de queso azul se la quedó San Gotardo. En total fueron siete las unidades productivas vendidas.

La crisis le valió perder terreno en el negocio lácteo. En su momento de esplendor llegó a recibir casi 5 millones de litros de leche por día. Para 2017 se ubicaba cuarta en el ranking elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, con un 3,8 por ciento de participación y un procesamiento de 1 millón de litros diarios. Actualmente, tiene un share del 1,8 por ciento con poco más de 570.000 litros por día y se encuentra en el 11° escalón.

Hoy la compañía maneja seis plantas, de las cuales tres están en Santa Fe (Sunchales, San Guillermo y Gálvez) y las otras en Córdoba (Devoto, Balnearia y La Carlota). De 5100 empleado que solía tener en 2016, ahora maneja una plantilla de 1800.

Desde hace tres años discontinuó su línea de leche refrigerada por una cuestión de rentabilidad y así enfocarse en los productos con mayor margen, como crema, manteca, dulce de leche y quesos. Su objetivo está puesto en alcanzar los 1,5 millones de litros diarios.

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