ESPMEXENGBRAIND

26 Ago 2025
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26 Ago 2025
Ante el bajo precio de la leche, buscan alternativas con valor agregado.
Ganaderos de Santander producen su propio queso
Foto: hannacolombia.com Los pequeños productores aprenden a elaborar quesos frescos, quesos madurados, leches fermentadas, yogur y kumis.

Cansados de los bajos precios de la leche, ganaderos de Santander, Colombia, se capacitan con Fedegán y el SENA para transformar su producción en productos de mayor valor agregado y rentabilidad.

En respuesta a la persistente caída en el precio de la leche, los ganaderos de Santander, Colombia, están adoptando una estrategia proactiva e innovadora. En lugar de limitarse a la venta de la materia prima, estos productores han decidido diversificar su modelo de negocio al aprender a elaborar productos lácteos de mayor valor. A través de un programa de capacitación integral, están transformando una crisis de precios en una oportunidad para asegurar un ingreso más estable y rentable para sus familias.

Esta iniciativa es el resultado de un esfuerzo colaborativo entre el sector público y el privado. La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), en alianza con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), ha puesto en marcha un ambicioso plan de formación. Desde febrero de 2025, el programa ofrece asesoría técnica y acompañamiento a ganaderos de al menos diez municipios del departamento. El objetivo es proporcionar a los pequeños productores las herramientas y el conocimiento necesarios para dar el salto de la ganadería tradicional a una agroindustria rural.

El curso, diseñado para ser práctico y eficiente, consta de 48 horas de formación intensiva. Los ganaderos aprenden desde el manejo higiénico del ordeño y las buenas prácticas de manipulación de alimentos, hasta la elaboración de una variedad de derivados lácteos. Mientras que muchos productores solo sabían cómo hacer cuajada, ahora están aprendiendo a crear cinco productos específicos de alta demanda: quesos frescos, quesos madurados, leches fermentadas, yogur y kumis.

Hasta la fecha, las capacitaciones han tenido un impacto significativo, llegando a comunidades en Piedecuesta, Tona, Charalá y Guapotá, con grupos de entre 15 y 20 participantes en cada sesión. El programa no solo busca elevar la rentabilidad de las fincas, sino que también tiene como meta mejorar la calidad sanitaria de los productos, garantizando su inocuidad y competitividad en el mercado. El propósito final es que cada productor pueda consolidar una pequeña agroindustria sostenible, con capacidad para crecer en el tiempo.

En definitiva, la apuesta de los ganaderos de Santander es un ejemplo inspirador de resiliencia y adaptación. Al invertir en la educación y la transformación de su producción, están demostrando que el camino hacia la sostenibilidad y la prosperidad en la ganadería no siempre pasa por aumentar el volumen, sino por añadir valor. Esta estrategia no solo beneficia a los productores, sino que también fortalece la economía regional al diversificar la oferta y promover el desarrollo de un sector lácteo más robusto y preparado para el futuro.

Fuente: CONtexto ganadero

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