Igual que los diferentes sectores productivos en el país el ganadero no ha sido ajeno a las consecuencias y afectaciones que ha dejado el Covid-19 en el país, a pesar de que al interior del decreto presidencial la excepción de la producción primaria es uno de los sectores que no han tenido afectación en términos de operar, en el sector agropecuario los efectos colaterales se han visto en el tema de la comercialización.
“Dada las condiciones e inconvenientes en la comercialización y principalmente en la producción láctea, el departamento del Huila tiene una producción informal superior al 60% que en ese mecanismo los pequeños y medianos productores la comercializan a través de intermediarios como lecheros o transportadores y esa leche en su gran mayoría va con destino a la industria del queso y sus derivados lácteos, digamos que ese ha sido un mercado que se ha visto afectado enormemente porque hay una buena oferta de queso y la demanda no ha sido la más oportuna, porque la producción del queso va con destino a restaurantes, panaderías, queserías y esto es un mercado que en el tema del consumo no ha sido el mejor en este tiempo, en esas condiciones el productor ganadero ha dejado de vender leche porque no ha habido la capacidad de compra por parte de la intermediación; otra afectación ha sido el tema del precio, durante esta cuarentena el ganadero ha recibido menos ingresos y por supuesto afecta la economía de ellos”, indicó Luceny Muñoz Bermeo, Directora Ejecutiva del Comité de Ganaderos del Huila.
Muñoz, indica que también han existido inconvenientes en el tema de la logística para poder llevar algunos insumos a las fincas como las sales mineralizadas, los concentrados pero fundamentalmente es por el tema de disponibilidad de flete porque también se han incrementado en su valor.
“Es claro que la leche es un producto de primera necesidad, si bien el tema formal no ha tenido la gran afectación, la comercialización informal si la ha tenido y es un tema que estamos liderando a nivel nacional para ver como poder apoyar a los pequeños y medianos productores en esta cuarentena que han dejado de recibir ingresos por efectos de la no comercialización en los volúmenes y en el precio que se estaba esperando”, sostuvo la directora.
Por otro lado, hay que decir que la producción de leche del departamento del Huila está cercano a los 280 mil litros diarios de esos el 55% es la comercialización informal, es decir que la afectación en litros está llegando entre 170 mil litros diarios que son los que directamente se han venido afectando por los precios bajos y por la no disponibilidad de compra, el restante 45% de la producción es la que va con destino a la industria formal.
Comercialización de la carne
En el tema de la comercialización de la carne, las plantas de beneficio animal aquí en el departamento del Huila han estado operando sin ningún inconveniente, el sacrificio y el abastecimiento de la carne se está realizando en todos los supermercados, grandes superficies; en referencia al transporte de animales no ha habido inconveniente, y los precios se han sostenido, manifestó Luceny Muñoz.
Panorama nacional
Formalización de la cadena láctea, privilegiar la oferta nacional de leche, suspender temporalmente la importación de productos lácteos, admisibilidad sanitaria con enfoque regional y más mercados para la carne de res, además de mantener el estatus sanitario y lograr una trazabilidad integral, son las principales acciones que sugiere Fedegán para enfrentar la pospandemia.
El Presidente Ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie Rivera, construyó una hoja de ruta para la ganadería nacional durante esta época de crisis de salud por la COVID-19 y la post pandemia, que contiene no sólo una radiografía de los sectores de carne y leche en el país, sino lo que puede suceder a futuro en los mercados internacionales.
En el documento, que es una carta enviada a los ministros de Comercio, José Restrepo, y Agricultura, Rodolfo Zea, el dirigente gremial recordó que la mitad de los más de 7.000 millones de litros que producen anualmente los ganaderos, se comercializan a través de canales informales y sin ningún tipo de procesamiento que garantice su inocuidad al consumidor.
Cadena láctea después de la pandemia
“En lo que será ‘el mundo después de la pandemia’, la inocuidad de los alimentos saltará al primer lugar de las exigencias de los consumidores y deberá ocupar, igualmente, el primer lugar de las preocupaciones de las autoridades de salud”, advirtió el alto ejecutivo.
Lafaurie Rivera, consideró que será necesario retomar el tantas veces aplazado proceso de formalización de la cadena láctea, con etapas progresivas que empiecen por desmontar la comercialización de leche cruda en ciudades de más de 500.000 habitantes, lo cual jalonará el crecimiento de la industria de procesamiento, el mayor acopio formal, la garantía de inocuidad al consumidor y, finalmente, mejores condiciones para los ganaderos.
Frente a la actual coyuntura, precisó que es importante que las autoridades locales, principalmente, no entorpezcan, sino que, por el contrario, faciliten el acopio diario de la leche y su distribución, tanto en los canales formales como en los informales.
“No menos importante es privilegiar la oferta nacional, que además crecerá durante la época invernal que ya inició, y de la cual dependen más de 300.000 productores, en su mayoría pequeños ganaderos de subsistencia que hacen parte de la pobreza rural. La suspensión temporal de las importaciones de productos lácteos, con base en el Decreto de Emergencia Económica y Social, es una medida necesaria, como también la inclusión creciente de la leche en los paquetes de ayuda a los sectores más vulnerables”, sugirió al Gobierno Nacional.