El sector europeo del vacuno de leche está comenzando a sentir el golpe del coronavirus, siendo cada vez más las voces que reclaman tanto el almacenamiento público como la puesta en marcha de medidas destinadas a reducir la producción. Mientras se trata de buscar una salida a esa producción son cada vez más las imágenes y noticias que se pueden descubrir en las redes sociales en las que profesionales del Reino Unido o de Francia está comenzado a tirar su leche ante la imposibilidad de ser recogida por las industrias que están comprobando como, por ejemplo, la venta de queso se ha hundido con el cierre de las hostelería o los mercados locales por donde se da salida a una parte significativa de la producción.
Además, ya han discurrido 11 días del mes de abril época que, tradicionalmente supone un pico estacional muy importante que se ha podido incluso, este año, adelantar a marzo ante una climatología que ha permitido el desarrollo temprano de los pastos.
Junto a esto, la industria también esta sufriendo la pandemia con consecuencias que van desde el incremento de las bajas laborales que llegan al 30% en el este de Francia, a problemas con la logística especialmente el transporte de las materias primas.
Toda esta situación ha provocado que ya la propia Interprofesional Francesa de la Leche de Vaca haya reclamado la puesta en marcha de mecanismos que reduzcan la producción en el mes ahora en curso.
El propio Ministro de Agricultura galo, Didier Guillaume, junto con la responsable alemana, han reclamado a la Comisión Europea que ponga en marcha medidas de almacenamiento que alivia la situación de ganaderos e industrias lácteas.
En Alemania también se está comenzando a plantear una bajada organizada de esa producción como ya ha propuesto la principal cooperativa láctea del país DMK, así como el almacenamiento privado de parte de la misma como demanda el sindicato ganadero DBV.
Un país que sufre con fuerza la estacionalidad es Irlanda lo que hace que, en estos momentos, su situación puede ser una de las más graves que viva la Unión Europea, teniendo en cuenta el fuerte crecimiento que vive desde el inicio del año cuando se ha multiplicado por seis. Todo esto está poniendo mucha presión sobre la industria que, lógicamente, ve como los trabajadores sufren el impacto del covid – 19. Todo esto ha llevado a la industria a llamar a una bajada de la producción a los ganaderos que, hasta la fecha, no han estado muy receptivos a esta propuesta.
HOLANDA
En los Países Bajos, de momento no se ve problema alguno, aunque el sindicatos de ganadeos NZO no vería con malos ojos una bajada temporal incentivada de la producción. La industria si que está elaborando planes de contingencia ante esta situación buscando trasvases entre las distintas industrias.
En el Reino Unido, las industrias lácteas están teniendo dificultades para cumplir con los plazos de pago de la leche e incluso están reduciendo el precio pagado a los agricultores. El aumento de las salidas en la distribución a gran escala tampoco puede compensar la pérdida de las salidas habituales como son la restauración, hostelería u colegios. Algunas de estas industrias incluso están teniendo problemas para recoger la leche y dado que los ganaderos no tienen la posibilidad de almacenarla en granjas, algunos han optado por tirarla mientras que otros la emplean en instalaciones de biogás.
Como resultado, los precios de la leche se están derrumbando y en varios países, los productores se ven obligados a tirar su leche por falta de mercado.
Una tonelada de Leche Desnatada en Polvo, uno de los barómetros en el mercado mundial, que cotizó 2.200 euros la semana pasada, en los últimos seis meses la media era de 2.600 euros en los últimos seis meses, se ha reducido a alrededor de 2.000 euros esta semana, se informa desde el Observatorio Europeo del Mercado de la Leche.