La economía de China se está desacelerando mientras intenta adaptarse a una estrategia castigadora de “cero covid” y al debilitamiento de la demanda mundial.
Las cifras oficiales de crecimiento para el trimestre que va de julio a septiembre se esperan pronto y, si la segunda mayor economía del mundo se contrae, aumentarán las posibilidades de una recesión mundial.
El objetivo de Pekín, una tasa de crecimiento anual del 5,5%, ahora está fuera de su alcance, aunque las autoridades han minimizado la necesidad de cumplir el objetivo.
China evitó por poco la contracción económica en el trimestre de abril a junio. Este año, algunos economistas no esperan ningún crecimiento.
Desde Sudamerica, la región vive un tenso momento climático. Debido a esto, se comienza a observar una disminución de productos por inconvenientes de la sequía y la culminación de la zafra de leche.
El mercado brasileño, muestra una contracción a convalidar valores por encima de los U$S 3600 per ton, y los proveedores tienen un valor de quebranto a estos precios.